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BLANCO Y NEGRO MADRID 18-08-1929 página 15
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BLANCO Y NEGRO MADRID 18-08-1929 página 15

  • EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
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LETRAS, ARTES, CIENCIAKS de ser galante- -consiste en conseguir que la ficción pase inadvertida por completo. Si algún estorbo o tropiezo rompe la aparente naturalidad de la función y obliga a fijar la atención en obstáculos materiales imprevistos, se le va al juego d encanto de la espontaneidad- -aparente por lo menos- que es el toque principal de estas ceremonias. Lo fino ha de ser leve. N appuyez pas... Si la puerta obliga a que la pareja se estruje a fin de pasar juntos, o a por lo general, en cualquier momento, de volverse la una hacia la otra, y contemplarse mutuamente, apoyadas en los quicios... La ventana habrá, pues, nos dice Wolff, de tener bastante anchura para que puedan realizarse con sbltura todos los detalles de esa operación de estar juntos, mirando al paisaje, sintiendo la proximidad de la pareja, pero no su opresión, y poder luego virar y quedarse frente a frente, sin abandonar por eso la ventana, dejando T E A T R O- M U S E O POB EU ÍBQUITECTO ALBINMÜLLEE I CASA BLANCA DEL ALEMÁN AL- ARQUITECTO BINMÍÍLI. IIR que la pareja se deshaga para volverse a formar en nuevo ofrecimiento, tina vez pasada la puerta, adquiere ya él movimiento una complicación de maniobra y uria lamentable gaucherie. Cuando se vive en ese plan, hay que a justar a ese plan el plano de la casa. Un. filósofo, Wolff, alemán, discípulo, de Leibniz, ofrece también Otro ejemplo digno de tenerse en cuenta. No se refiere a las puertas; se refiere a las ventanas. Y también- ¡qué casualidad! -a las parejas. Dos personas asomadas a una ventana, contemplando el paisaje y charlando, gustan, que el aire de fuera, y la luz, y el panorama, colaboren y se mezclen en la conversación, pero sin interrumpirla... Eso en cuanto al interior. En cuánto al exterior de las casas, habremos de recordar algo que nos contaron como historia y que cumple su misióa, aunque no pase de cuento. Nos dijeron que un buen propietario se había presentado cierta vez en casa de su vecino de enfrente para decirle: -Señor, voy a revocar la fachada de ini casa y vengo a, preguntarle a usted cómo quiere que la revoque.

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