BLANCO Y NEGRO MADRID 04-08-1929 página 78

DEPORTES CHICAGO. EL CABALLO B L U E L A K K S P 0 R DE MR. BKADLET, GAKADOK DEL AMERICAN CLASSIC, PREMIO MAS IMPORTANTE DE LA CAMPAÑA, DOTADO CON 6 9 0 0 0 DOLARES. (FOTO VIDAL, El, va York- El Havre; 2 de octubre de 192426 de. julio de 1929. En estas breves palabras se concreta la hazaña del navegante solitario ¡pero cuántas cuartillas se precisarían para esbozar siquiera sus fuertes impresiones! Momentos de zozobra en ocasión de los temporales, de desesperante impaciencia al contemplar su nave inmóvil y su, vela mustia y abatida. Y en unos y otros sin el consuelo o el recurso de tener un compañero con el que aliarse para luchar o con quien distraer los forzados ocios. En realidad, esta de Alain Gerbault ha sido una experiencia extraña, original, muy deportiva pero que en el caso de constituir un deber, los que le hubieran impuesto habrían sido tachados de inliumanos... Una nota triste cierra e. sta crónica: la del fallecimento de Joaquín Ortiz de la Torre, ocurrida en África cuando empezaba a ejeicer la profesión de ingeniero, cuyo título obtuvo brillantemente. Ortiz de la Torre era un deportista en la verdadera acepción de la palabra. Es de- cir; que practicaba el deporte por el deporte. Sus primeras armas futbolísticas las hizo en el equipo del Colegio de Nuestra Señora del Pilar, del que era uno de los puntales más firmes. Después, en la época que el Athletic de Madrid defendía con tesón la causa amateur, luchó con entusia. smo bajo los colores rojo y blanco. Su juego era sobrio, inteligente. Sacrificaba a la labor conjunta su lucimiento persona! El propio entrenador del Club, Mr. Pentland, en atención a su estilo limpio y clásico, le denominal) a cariñosamente profesor En realidad, fué un jugador notable; pero ante todo y sobre todo, fué el ejemplo del verdadero aficionado, que supo cultivar a un tiempo el sport y el estudio. En estos tiempos de industrialización y mercantilismo del fútbol, que a tantos jóvenes deslumhra y aparta del camino de la Universidad, el recuerdo de Ortiz de la Torre es un consuelo y un llamamiento. Juan Antonio Sánchez de Ocaña.