BLANCO Y NEGRO MADRID 28-07-1929 página 81

GRAN MUNDO i Qué importa... La vela latina constituye un motivo para tus ojos, que esta mañana tienen un reflejo verde y se prenden al pretexto que avanza poquito a poco... ¿Adonde irá este barquito, tan solitario, tan único, en la inmensidad del panorama... Viene de la mar y va hacia tierra. Ya no te importan la playa ni esas bañistas que han ido llegando y extienden sus cuerpos bajo el sol para que se pongan rnorenitos, como tú te has puesto. Tu mirada se ha prendido en la vela latina, triángulito blanco y movible en el horizonte. ¿Qué hará aquel por allá, tan abandonado, tan solo... Como la vela blanca en medio del mar, dispuesto a que un viento te lo traiga y otro viento te lo lleve. La vela blanca es igual que uñ símbolo del hombre que ahora te preocupa, y por eso no puedes apartar de ella tus ojos. ¿Viene efectivamente hacia tierra, hacia el amor seguro del puerto, o camina mar adentro en busca de aventu- ras y de borrascas... Dolor de ausencia y de incertidumbre. Tu piel se tuesta al sol, y de tus manos rueda hasta la arena el libro inútil... ¿Me permites un suspiro en los finales de mi carta... ¡Vana tarea ésta de suspirar ¡Vientecillo del alma que va a perderse en el verdadero viento. Pero alivio, rendija por la que se escapa esa angustia que necesitamos descartar... ¡Velita blanca sobre el azul intenso... Ya te acercas y aumentas en visualidad... Ya la duda ha dejado de ser duda para convertirse en certeza. Vienes al puerto cercano, a la playa, a la tranquilidad de la tierra, desde las zozobras del mar. Por hoy, al menos, el peligro pasó, y aquí, en el puerto, barquita, hay unos corazones que te esperan con los brazos tendidos. Ya la pregunta no es pregunta: es afirmación. ¡El pobre, por allá, tan abandonado, tan solo... Y al pensar que pronto has de verlo, que sólo unas horas de camino os separan, cierras los ojos y allá, en el mar de tu imaginación, izas sobre tu alma el triángulo airoso de una vela latina... ¿Me p e r m i t e s un suspiro para dar fin a esta carta? La vuelta del recuerdo tuyo a la realidad de Madrid con calor y sin mar va a costarme el batacazo de una desilusión. J. Spottorno y Topete. (FOTOS SAKTIAGO DUQUH) T