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BLANCO Y NEGRO MADRID 28-07-1929 página 7
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BLANCO Y NEGRO MADRID 28-07-1929 página 7

  • EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
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LETRAS, AKTBS, CIENCIAS mente a los Soviets las grandes entregas de petróleo, a pesar de las protestas de Inglaterra. Y todo el gran reflujo de esta lucha confluye en la capital de Francia, aunque con sendos antifaces. Los dos grupos rivales del aceite no pueden presentarse en Francia a cara descubierta. El antifaz de la Shell tiene un letrero que dice: Banco de la Unión Parisiense o cosa parecida, y el antifaz de la Standard tiene otro letrero, que dice, sobre poco más o menos; Baneo de París y de Holanda -Rockfeller, entre tanto, parece no tener que ver ya, desde hace mucho tiempo, con ninguna de estas luchas. Va camino de los noventa años de edad, y a los cincuenta y cinco, por lo menos de una manera nominal, dejó todos sus negocios. Cuando ataquen a la Standard podrá Rockfeller decir que él ya dejó de ser su presidente, y que se ha limitado, desde entonces, a tener colocado en ella su dinero. Que vive ya, por lo demás, sin ocuparse de negocios, como un simple rentista... Trabaja, sí, pero no en ganar dinero, sino en repartir lo ganado. Desde 1890 comienza a organizar su oficina de beneficencia; quiere repartir su dinero en beneficencia o en limosnas, tal vez hicierames mejor en llamarles donativos; pero él, hombre de números y hombre de organización metódica, no quiere contentarse con repartir el dinero; quiere saber que lo repartido no se pierde; y hace falta para eso conocer perfectamente a quién ha de ir el dinero. Por eso diez años antes de! a guerra había ya fundado un trust de beneficencia, bajo la dirección de un antiguo amigo suyo; trust que había dado ya, antes de la guerra, más de 180 millones de dólares y había de dar durante ella, cuando la Standard ganaba enormes sumas por entregas de aceites a la Entente, la cantidad áe un millón de dólares por mes. Una vez terminada la guerra, ha seguido dando también varios millones para medicinas e higiene. A 579 millones de dólares asciende, según dicen, la cantidad repartida por Rockfeller. H a sido, pues, el millonario que ha dado más dinero; sin que esto quiera decir que haya sido el más espléndido, pues como esos 575 millones sólo suponen algo más de la mitad de su fortuna, que llegó a los 900 millones y un gran pico, no ha llegado, al regalarlos, a la esplendidez de Carnegie, que cedió casi toda su fortuna, ni menos a la de Nobel, que la cedió toda entera, Sé va a acabar el cuento del hombre que llegó a los mil millone- s. Esa fué su vida externa, la pública; la otra, la privada, se reduce a poca cosa. Se casó, vivió muy hombre de su casa y dé su mujer, sencillo de costumbres y sin ostentación ni grandes lujos. Ha tenido en su matrimonio cuatro hijos: tres hembras se han casado con hijos de millonarios; el único varón no parece heredar del padre la aptitud ni las aficiones financieras; sí, en camJ o sus tendencias devotas, pues RockfelIfi se distinguió desde muchacho por su devoción religiosa y por su asistencia y adhesión a la Iglesia baptista; allá en sus pnmeros años, cuando era un simple contaole y no había aún concebido la necesidad de ser jefe, acudía ya en sus ocios del domingo a las fiestas dominicales de su iglesia. Luego, de millonario, ha seguido obsei- vando los preceptos religiosos, y ereyendo que su suerte y sus millones eran una consecuencia de su religiosidad. Por jo TM os, sí puede decir con propiedad que e han llovido los millones que era una ben 2 f P bendiga, lector, de un modo rockfellenano. wi. yrtcínuel Mor tí. (FOTOS ORTIZ)

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