BLANCO Y NEGRO MADRID 21-07-1929 página 23
- EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
- Página23
- Fecha de publicación21/07/1929
- ID0005131052
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L. E 3 TRAS, ARTES, CIENCIAS CÍAVERN. 4. NECRÓPOLIS DE LOS INDIOS PIAKOAS holgazanes- -hermanos en espíritu die ajqueUos moros gandules señores de los riscachos de Ronda- alcanzaron los señores Dickey indicaciones que les perimitieron llegar a un cementerio de piaroas. Probablemente, no se ha extinguido por completo esta familia de indioís, que mereció renombre desde edad remota. Posible y probable es que aún queden piaroas entre los valientes y peritísimos barqueros que a diario afrontan los saltos del Orinoco y de otros ríos menores, como el Mamipichí y el Sipapo. Los españoles encontraron en los piaroas auxiliares inteligentes, pero supersticiosos y asustadizos en grado extraordinario. Y, porque era de notar, fué notado por nues- tros cronistas el proceder die los piaroas con relación a la muerte. En plenitud de vida, elegían eil sitio en que deseaban reposar, designaban los objetos de su predilección que habían de acompañar al mortal despojo, y fabricaban o adquirían, a guisa de ataúd, una ventnida olla de barro. Cuando finaban, los deudos eran fieles cumplidores de las últimas voluntades; envolvían el cadáver en un tejido de hojas de palma, lo colocaban al aire libre, cubriéndolo con piedras- preferenfeniente calizas, -y así que la putrefacción había terminado, soleaban la osamenta hasta que adquiría blancura, la encerraban en la Olla destinada a urna cineraria y, con los objetos que de-