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BLANCO Y NEGRO MADRID 14-07-1929 página 22
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BLANCO Y NEGRO MADRID 14-07-1929 página 22

  • EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
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LETRAS, AKTES, CIENCIAS Relieves sevillanos. LAS R O S A S D E L P A R Q U E f E ha vuelto loco el Parque de Sevilla, k y todas sus ideas, desbordadas y exK írañas, se han transfigurado en rosas. Así exclama la gente admirada: ¡Qué locura de rosas, qué locura! Son todo flores los rosales, son todo color y perfumes los ramos, Extiéndense, cuajados de rosas, al borde de los senderos, que son como de oro, formando festones galanos bajo las verdes y pomposas frondas; suben asidos a los troncos de los árboles y abrazados a los de las erguidas palmeras, hasta enredarse en las ramas, contribuyendo al engaño de que milagrosamente las de los naranjos y de las acacias hubiesen florecido en rosas; forman guirnaldas peregrinas entre uno y otro tronco y entre las distintas ramas, y ya componen arcos magníficos, ya se desmayan en ios linderos de las fuentes. Y hay. rosas entre los nidos de las blancas palomas y bajo ios aleros de Jos suntuosos palacios, y rosas, rosas, rosas, por doquier, i Locura de rosas es este parque de ensueño! Peregrinas, más que peregrinas, todas las rosas que lo engalanan: las hay de Bengala y de Malmaison, de pitiminí y de té; rosas de Alejandría y de Jericó y lunarias. Rosas como la aurora; encendidas como los destellos del sol de mediodía, como la sangre hirviente, como las raejilks de novia ruborizada; blancas como el alba en los instantes del amanecer, y como los copos de la nieve, y como el jazmín y la azucena; carmíneas gual que la púrpura, y rojas como la flor del granado; nítidas con claridades de luna y brillo de plata; del color de la túnica del Nazareno y de las amoratadas carnes del Señor; del tono de! fruto del naranjo y del botón de oro de la margarita y de la yema del huevo dorada; pálidas como la cera, y rosadas como carne de mujer; llameantes como ascuas en incensarios y desteñidas como sombras en la tarde. Y las hay lucientes como el raso, y la seda, y el terciopelo; y tersas como si fuesen de papel, y quebradizas como de porcelana. Locura de rosas, multiplicadas en los espejos de los tranquilos lagos y en e! seno reverberante de las tazas de las fuentes; milagro de rosas entre los verdes claros de las celindas y entre las obscuridades de los pinos; hechizo de rosas causando envidia a las sevillanas. ¿Y el encanto, y el deleite, y la embriaguez de sus aromas? Ningún perfume tan penetrante, ni tan delicado, ni tan enloquecedor como las esencias de estas singulares rosas del Parque de Sevilla. Así todo él es como un inmenso pebetero que inciensa y perfuma al viril de la Giralda, guarda- i. AS ROSAS F 03 EIMAIID 0 BtOKDAS COMO DE MANTH- UIS SOEEE LAS PÉRGOLAS

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