BLANCO Y NEGRO MADRID 07-07-1929 página 81

GRAN MUNDO LA SEÑORITA DE ROMERO VALENZtTELA T BIv SR. DE GONZÁLEZ ESTRADA ELLA. -i Ha ido usted y ha vuelto al Japón en una sola semana? Yo. -Tonta. Se dice fui al Japón, como se dice voy a ir a Francia, y se entiende por Francia y por el Japón, en este caso, la Embajada y la Legación correspondientes. En el Japón, pues, el actual encargado de Negocios y la señora de Kinta Arai invitaron a un grupo de sus amistades. Merienda también. ELLA. -Pero, hombre de Dios, ¡va usted a perder la línea! Yo. -No. Ya la he dicho a usted antes que yo, no solamente no abuso, sino que no uso de las meriendas. ELLA. Pasemos a las conquistas. Yo. -Eso es del Tenorio. ELLA. ¿Y qué son las bodas sino eso? En casi todo nuevo marido existe un Don Juan que deja de serlo por un plazo no determinado. Yo. -Pues sí que juzga usted bien del matrimonio. ELLA. -Yo, n o la Humanidad. Yo. -Una boda sonada tuvo lugar en la iglesia de San Fermín de los Navarros. Era la novia nieta de los condes de Romanones e hija de los duques de Pastrana: Casilda de Bustos y Figueroa, marquesa de las Almenas, que casó con el conde de Mayalde, hijo de los condes de Finat. Según dicen, la novia es nieta predilecta del ex presidente y mujer de tan clara inteligencia, que ha actuado como secretaria y ayudado al conde de Romanones en el trabajo de sus célebres Memorias. Otra boda fué la también celebrada en San Fermín; los novios se llaman Rosa Romero Valenzuela- una linda muchacha- -y D. Urbano González Estrada. ELLA. ¿Y de los aviadores? ¿Qué me dice usted de los aviadores? Yo. ¡Qué voy a decirle a usted que ya no se haya dicho! Todos los periódicos diarios llenaron sus planas con tal tema. Yo, como buen español y como todos los españoles, pasé, ante lo que pudiera llamarse una resurrección, por un júbilo indescriptible. ELLA. Y como usted, todo el mundo, j Pobres chicos! ¡Tan animosos, tan llenos de buen humor hasta en el momento en que los encuentran! Ese radío de Alda: Sano y con barbas es de todo un verdadero señor del Humorismo. Y o Y eso que usted no está en el secreto del léxico especial que usa la Aviación española. Esa barba o esas barbas indican casi el bostezo. Cuando los aviadores juegan a los dados en el bar del Aero, y uno de ellos se eterniza en la jugada correspondiente, el contrario sonríe y asegura que a su contrincante le va a salir la barba. Pero hay que interrumpir este diálogo. ELLA. -No veo el motivo. Yo. -i No comprende usted? Se está haciendo muy largo. Y, la verdad, no quisiera verme de repente convertido en un señor barbudo hasta más abajo de la cintura. 7. Spottorno y Topete. (FOTOS V. MURO)