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BLANCO Y NEGRO MADRID 23-06-1929 página 72
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BLANCO Y NEGRO MADRID 23-06-1929 página 72

  • EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
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GRAN MUNDO que un m a t i z Hay un estar solo es tener mucha juego de v a l o r e s cuya gente invitada. consecución no está al alCierto género de visicance de todo el mundo. tas resulta i n e v i t a b l e Ciertas cosas, además, Para neutralizar su efecadquieren particular imto de fastidio conviene portancia, cuando se tralanzar gran n l i m e r o de ta de huéspedes extranjeinvitaciones, ros. No debiera olvidarse- -No sé si la antigua nunca que cada español Cárcel de Corte, que- -por y cada española tiene, en paradoja con su vocación coyunturas tales, el deber eucuménica- -tenemos los de colaborar en una obra, madrileños situada en la difusa pero importante, Plaza de Provincia, hade nacional vindicación. brá aplicable tal princiLa ropa sucia del castipio, al lanzar sus cartocismo, para l a v a d a en nes para el baile de esta casa. noche. Lo cierto es que el En fin, para nuestro mejor medio de no conoconsuelo, para n u e s t r o cer a ninguno de los ilushonor, lo de esta residentres huéspedes que hoy cia, en esta noche, ha reMadrid alberga, en ocasultado muy siglo xviii y sión de reunirse aquí el muy Aufklaerung. BraConsejo de la íi ociedad vo. La dueña de casa mede Naciones, era venir. DE CCYA NOVEL. V- -A falta de a m i g o s EI- ISAEETH E EBIEESCO, LA PALMERA ACA- rece bien el país. INGLESA PINO Y nuevos, señora, hay ami- BA DE PUBLICARSE UNA VERSIÓN ESPAMiéfCOleS. gos antiguos, capaces de ÑOLA intentar vestirse, por un Todavía una historia, par de horas, con las prendas de la solici- de la misma fuente que la sabia opinión sotud y del prestigio de los amigos nuevos, bre la manera de lograr la soledad, a fuerTal vez recuerde usted la dedicatoria, que za de invitaciones. alguien le puso en un libro que le ofrecía: Es la historia de un viejo y bondadoso A la señora de Tal, su amigo de siempre, embajador, provisto de inagotable fervor que la quiere como un amigo de ayer monárquico y que tuvo cargo, en sus juPero siempre he creído que el consumo ventudes, cerca del Emperador de Austria, tibio y exclusivo de naranjadas y limona- De aquellos tiempos, el diplomático refería das perjudica a la personal inspiración. O melancólicamente, en cierta comida, un epi. tal vez ocurra que la excesiva muchedum- sodio bre, al aislar tanto, aisle demasiado. La- -Yo fui muy aficionado a la pintura a amistad, incluso la intimidad, está muy bien; la acuarela- -decía- mas nunca pasé de mas por el cauce que forman, es necesario ser un dilectante. Recuerdo que en una ocaque corra un caudal de ideas o de senti- sión pinté una obrita sin importancia: un mientos. Y, como decía el inolvidable- -y paisaje, con el monte Etna en el fondo, nunca menos olvidado que en ocasiones iluminado por los primeros rayos del sol así- -Paul- Jean Toulet: O M ne peiit tou- radiante. ¿No han visto ustedes el Etna al jours a deiix, dont une femme, frapper des amanecer? Es un espectáculo admirable, que pensées nihUmc hpmcíi c subliines e atrevería a llamar único, si no temiera que me motejasen de exagerado... Pues bien, Martes. como decía a ustedes, en Viena tuve ocaCompensación. Lo de esta noche, en la sión de presentar mi cuadrito al Emperaducal morada de la calle Ancha de San Ber- dor Francisco José, el cual, después de exanardo, ha sido perfecto. Solo la manera de minarlo, preguntó quién lo había pintado; tener encendidas y distribuidas las luces, y cuando le dije que era yo el autor, Su ya mereciera unas odas pindáricas de elo- Majestad tuvo la bondad de abstenerse de gio. Y también la manera de insertar en la todo comentario. fiesta los recreos del cante jondo. MarginalLa historia está contada en El pino y la mente, sin imponerlos, dando posibilidades palmera- -una novela deliciosa, cuya traducde que no tuviera que soportarlos quien no ción española acaba de salir- deliciosa en los amara; o no tuviera que tragarlos toda muchos aspectos; crispante- -deliciosamente la noche, quien gustara de ellos para un crispante- -en alguno. ratito. Nada de aire de verbena, en recepción Tin Ingenio de esta Corte. tan brillante. Más bien, las tradicionales esencias del sarao... Hay un matiz, y más -sst

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