BLANCO Y NEGRO MADRID 09-06-1929 página 40
- EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
- Página40
- Fecha de publicación09/06/1929
- ID0005131381
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Paisaje de un Alma Aragonesa Como un árbol carcomido, como un roble milenario, álzase, noble y erguido, el vetusto camipanario. Al pie de su torre vieja hay un ¡portal y una reja donde mora el campanero; vive solo en la casona, y semeja su persona un reptil en su agujero. Ya tembloroso, el anciano, con torpe y trémula mano aún repica las campanas; con ellas siempre ha vivido, pues entre ellas ha nacido y las quiere como a hermanas. Recuerda cuando aún podía, y alegre y joven subía las escaleras corriendo; ahora, viejo, ya no corre... i Está muy alta la torre y hay que ir despacio subiendo! Poco a poco el campanero ve que su cuerpo severo se va inclinando al osario- por eso en la alta escalera su tumba abrió, y cuando muera morirá en el campanario. Un día, al morir su esposa, él, con mano temblorosa, hizo doblar las campanas; mas fué tan triste su canto y tan amargo su llanto, que al otro tenía canas. I Cuántas veces de aquel día con honda melancolía la amarga escena recuerda! Repicó, puesto de hinojos, con lágrimas en los ojos y en cada mano una cuerda!