BLANCO Y NEGRO MADRID 09-06-1929 página 31
- EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
- Página31
- Fecha de publicación09/06/1929
- ID0005131372
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LETRAS, ARTES, CIENCIAS LOS DEGOL. t. ADORES figura, buscó tal vez por impulso nativo la sensación sangrante en lo espiritual, y la nota roja en lo técnico. No quiere decir esto que tal nota sea la predominante en la vida del gaucho argentino. Es la nota que interesó al artista para ser glosada en sus cuadros, nota bien distinta de la conocida y circulada en Europa como síntesis expresiva de los habitantes del canipo pampero. Entre nosotros, el gaucho es un tipo de hombre aventurero y errabundo, de cuyas manifestaciones artísticas trasciende siempre un dejo melancólico de tristeza algo morbosa. La fase trágica, cruel, feroz es algo desconocido y que ahora se nos revela en la obra de Quirós como visión febril de pesadilla que atormente excesivamente la sensibilidad de todo hombre civilizado. Digamos con todo el respeto de- bido que en la obra expuesta hay cierta delectación de carnicero, delectación técnica quizá, pero repelente para toda sensibilidad que busca en el arte la fruición má. s que el tormento. Esta primera sensación de ferocidad agrávase con la dimensión elegida por el artista para desarrollar su obra. Lienzos de proporciones ya desusadas para todo lo que no sea pintura mural destinada a cantar grandes epopeyas, abruman al contemplador, sumergiéndole en un ambiente de carnicería o de sala de disección. En algunas obras la sangre que mana de tanta amputación, dado su implacable realismo, parece salir del cuadro para salpicar a quien atrevidamente se aproxime. Los degolladores es obra que supera en crueldad a todo lo que Ribera produjo. Tal momento