BLANCO Y NEGRO MADRID 14-04-1929 página 48

A C T U A L I D A D E S La semana humorística. POLVILLOS DE SALVADERA U N concejal del Ayuntamiento de Madrid, poco amigo de las Pompas fúnebres- -se entiende de las Sociedades de ese nombre, cooperativas de la Muerte- ha propugnado la conveniencia de implantar, por la municipalidad, un servicio de conducción de cadáveres, substituyendo los actuales coches por otros de tracción mecánica. Con ello, en efecto, según ha declarado el distinguido edil, desaparecerían los lentos y tristísimos cortejos que entenebrecen las calles de la villa entorpeciendo la circulación. La idea me parece, en verdad, muy digna de que se tome en cuenta. Claro es, podrá objetarse, que un muerto El elogio de las virtudes acaba pronto, y un trayecto largo es muy comprometido para la honorabilidad del difunto. La conducción en autocarroza, si a esto se llega, pudiera ocasionar macabros atropellos; pero, aun así, habría que estimarlo como una justa ley de compensación. Yo encontraría muy lógico que un muerto atropellase a un vivo. ¡Vayase por los casos que a diario se suceden en que los vivos matan a los confiados transeúntes! La represalia sería cosa muy natural. Los que aún ignoran que un reloj es lo más parecido al hombre, quedarán enterados de que así es por cuanto ha dicho un relojero inglés, con una exactitud y formalidad específicamente británicas. El recomienda la absoluta necesidad de que se dé cuerda al reloj todas las mañanas, y no por las noches, al acostarse, como hace mucha gente. La razón obedece a que el reloj, por las mañanas, ha recobrado su temperatura normal, ha descansado de su trajín del día anterior. no debe tener mucha prisa por llegar a la frontera del Infinito a treinta por hora, que supongo será este el máximo de velocidad fúnebre que se autorice, porque, ¡caray! tiempo le queda de vida eterna i; ara no apresurarse en salir de este mundo; mas, por otra parte, cuanto más rápida sea la traslación, menos tiempo tendrán los acompañantes del duelo para hablar mal del que va delante