BLANCO Y NEGRO MADRID 31-03-1929 página 92

DEPORTES en la playa de Daytona otra vez ese record increíble sobre la distancia de una milla en las dos direcciones, de 372 kilómetros de media horaria. Tras él, es cierto que ha surgido la víctima: el c o n d u c t o r norteamericano Lee B i b l e que, guiando un coche semejante al de Ray Keech, se ha estrellado por causas desconocidas; pero es seguro que el lamentable fracaso no hará desistir a M a l c o l m Campbell, que ha iniciado ya sus entrenamientos en V e r n e u k Pan, el desierto situado a 400 millas de la EIJ PAJAKO AZUL REMOLCADO HACIA EL LUGAR EN QUB SE VERIFICARA Ciudad del Cabo, don 1 A PRUEBA de el intrépido piloto pruebas internacionales de velocidad en pis- se apresta a superar la marca de Seagrave. ta, fué la segunda, víctima de este empeño ¿Será ello posible? extraordinario de correr. En la playa de El piloto, al conocer la hazaña, no se ha Daytona, cabalgando un bólido titulado El recatado para prodigarla el más fervoroso halcón negro, en el cual los aficionados te- elogio; pero nadie ha oído una palabra que nían puestas todas sus esperanzas, dio dos signifique retroceso en el camino emprenditrágicos saltos de campana, adentrándose en do. Los obreros contratados se dedican a el mar, y resultando tan gravemente herido, limpiar y preparar la pista, y Campbell, que que falleció a las pocas horas. ahora tendrá que llegar con El pájaro azul Sobre la misma distancia, Campbell, que, a los 380 kilómetros de velocidad media por por lo visto, no cree en fatalismos, insistió lo menos, a juzgar por la seguridad de sus en sus ensayos, -logrando nuevamente su- preparativos, está convencido del triunfo. perar 1 a velocidad de Segrave con rauda Hasta dónde? Hasta cuándo? carrera sobre la pilaya a 332 kilómetros 958 metros. Tom T ay. Mas los norteamericanos no podían admitir la superioridad británica, y, faltos de Lockhart, el driver que debía haberles llevado al triunfo, Ray Keech, un gran piloto de carreras, tripulando un Triplex especial, mejoraba u n a vez más la marca de Campbell, conquistando p a r a los Estados Unidos esa gloria de la velocidad universal. D e s d e que R a y Keech afirmó su sup e r i o r i d a d aunque fuera por tan breve distancia, los dos. famosos pilotos británicos forrnaron la decisión de dar una bata jr U lla decisiva. Segrave no solamente ha guerreado como un héroe, sino que, además, ha triunfado, alcanzando EL CAPITÁN CAMPBELL EXAMINANDO EL TERRENO E QUE LANZARA SU BÓLIDO A CUANTA VELOCIDAD PUEDA CONSEGUIR. (POTOS ORRIOS)