BLANCO Y NEGRO MADRID 31-03-1929 página 27

LETRAS, ARTES, CIENCIAS dora, es una síntesis afortunada del espíritu de algunas estrofas de la Divina coinedia. Una lucha, de Rambousek, hace acudir a la memoria el recuerdo de algunos dibujos de Goya y de Daumier. Como excelente grabador en madera se nos muestra Vladimir S ¡lovsky. Retrato del pintor O, Z. j Títeres son obras de gran fuerza. Alex- -Edificación, de expresivo claroscuro- Boettinger, J a r o n e k, Kobliha y otros, de personalidad lilas o menos checa o francesa, contribuyen con sus obras a realzar el interés de esta Exposición. En la sección del Libro checoes 1 o v a c o se exhiben varios trozos de composición tipográfica LAS TORRES DE LA CIUDAD ANTIGUA DB PRAGA Í O K T. P SIMÓN de gran novedad y belleza. Lo mismo puede decirse del arte de la EXPOiSICION VILA- P UIG. -Cataluña encuademación, que muestra algunas obras cuenta con un grupo de paisajistas de calide notable fineza. Bueno será que tomen dad. El amor a la Naturaleza ofrécese vivo nota los obligados a ello oficialmente, por allí, y perdura desde los días en que los griesi algún día se preocupan de provocar un re- gos imponían sus gustos en todo el litoral nacimiento de nuestra decadente industria hispano. Tierra fecunda la catalana, parece del libro, que hasta mediados del siglo x i x excitar el agradecimiento de sus dueños y se sostuvo, como todos los amantes del libro señores, rindiendo los artistas el homenaje de saben, con brillantez. convertirle en frecuente tema de sus cuadros. Mir, Meifren, Rusiñol, Rauricái- ¡por no citar más que algunos maestros contemporáneosi- -crearon interpretaciones de gran fuerza, de gran sentimiento y de ambas cualidades a la vez. La situación g eográfica de Cataluña contribuyó a que la interpretación del paisaje fuese de una graft variedad. La proximidad de Francia motivó la adhesión de algunos a r t i s t a s catalanes al movimiento impresionist a en días ya lejanos, cuando en Madrid apenas se sospechaba la existencia de- tal escuda. El contacto con Valencia extendió a Cataluña el luminismo de Sorolla, y la educación artística de algunos pintores catalanes desarrollada en Madrid y con EDiFicAcioN POR A E LX tínuada en Roma esta-