BLANCO Y NEGRO MADRID 03-03-1929 página 103
- EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
- Página103
- Fecha de publicación03/03/1929
- ID0005132514
Ver también:
BRÍGIDA y SU BODA ba el aire de junio, saturado del aroma de los jardines: yo le oía mover los sedosos pliegues del vestidito de color de rosa; los abalorios crujían un poco; las cintas temblaban. ¿Estaría soñando también él? Yo murmuraba: Buenas noches, vestidito mío! ¿Qué goce, qué felicidad vas a traerme? Y me dormí, me dormí en seguida. Me hubiera gustado prolongar aquella velada frivola y encantadora, pasada junto al vestido que se estremecía a compás del viento de la noche. Pero ahora que ya pasó aquella fiesta y que me dispongo, como bachillera habituada a los análisis y a las síntesis, a resumir lo que fué mi primer baile, resulta que me quedo perpleja. Abuela Julia, i soñabas tú también, junto a tu mesita de escribir, lo mismo que sueño yo con la estilográfica entre los dedos? un chai de tul sonrosado, zapatos de tisú de plata y una diadema pequeñita que sujetaba mi pelo castaño, peinado en bandos, i Color de rosa, y siempre color de rosa! No creo que se pueda asistir al primer baile con un vestido azul o verde manzana. El azul será el color del ensueño, no lo niego; pero el rosa es el color que sonríe, que florece, que canta. Para presentarse en el mundo necesitaba Brígida Louvain un vestido color de rosa. A mamá le parecí un tanto coqueta y otro poco gastadora: el crespón cuesta caro y hubiéramos podido prescindir del bordado; pero como pa, pá mima mucho a su híjita y puso a su disposición la cartera para que se adornara a su gusto... Tuve el capricho- ¡qué locura! -de que el vestido de color de rosa pasara en mi habitación la noche víspera del baile. ¿Por qué? No lo sé... Me parecía que su agradable y callada presencia me proporcionaría un anticipo de la satisfacción nueva y esperada. Por mi ventana entra- ME HUBIERA GUSTADO PROLONGAK AQUELLA VELADA FBIVOLA X ENCANTADORA