Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
BLANCO Y NEGRO MADRID 17-02-1929 página 79
BLANCO Y NEGRO MADRID 17-02-1929 página 79
Ir a detalle de periódico

BLANCO Y NEGRO MADRID 17-02-1929 página 79

  • EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
  • Página79
Más información

Descripción

GRAN MUNDO I i I BM I! 1 pare usted de contar. El refranero, no obstante, a s e g u r a q u e una golondrina no hace el verano. EL LECTOR. -i Y hubo mucha gente en estos bailes? Yo. -La hubo, ¿cómo no... El que más y el que menos, en esta clase de fiestas se s i e n t e p r e s o en un afán de aventura, que luego no aparece por ninguna parte. Pero ti anheló persiste a través del t i e m p o ¡S e ha escrito tanto sobre las aventuras ocurridas en un baile de C a r n a v a l Y, por a ñ a d i d u r a se sabe que las s e ñ o r a s son muy aficionadas a dar una vuelta, como ellas dicen, en la primera hora de estos bailes. E L LECTOR. ¿To- LA PRINCESA FRANCISCA, H I J A DE LOS DUQUES DE GUISA, CON SU MADRE T EL PRINCIPE CHISTOEAL DE GRECIA, CON QUIEN ACABA DE CONTRAER MATRIMONIO. (FOTO MARÍN) tal? Yo. -En r e s u m e n que el Carnaval, suprimidas las fiestas de sociedad, ha t r a n s c u rrido lánguido y soso, con m á s p e n a q u e gloria. E L LECTOR. -En es- te ido, ha pasado sin fiestas ni bailes. Por lo menos, los bailes públicos. Yo. -Claro; esos, sí. Aquel baile que constituía puramente un negocio mercantil, no fué suprimido. Estaba ya todo preparado y se había invertido dinero en su preparación. Únicamente en este caso. Pero de todos modos: el llamado, y eñ otros tie mpos, típico baile de máscara, declina también hacia su ocaso. E L LECTOR. ¿Y eso? Yo. -Es bien sencillo: porque no tiene razón de ser. La época actual es, precisamente, la época del baile. Se baila a todas horas y sm necesidad de pretextos: Más allá de las fronteras se ha llegado a bailar por las mañanas hasta en traje de baño. Coraprenderá usted que, después de todo esto, sería del género tonto que los muchachos de ahora esperaran el Carnaval con la impaciencia que fué esperado en otros tiempos. En el caso mejor puede constituir un motivo más, pero nunca el motivo E L LECTOR. -Es i w TT t: -1 posible que tenga- usted i razón. Way bailes de Carnaval, sin embargo, tradicionales y para los que el gran público es consecuente. Yo. -Sí: el baile de Bellas Artes, trad cional, como usted dice; el de la Prens; mucho más moderno, y al que la gente acude atraída por una lotería de premios, y ta semana, entonces, ¿habrá usted tenido que prescindir de su lápiz rojo... Yo. -Casi, casi. Asistí a una boda en los Jerónimos, que tuvo su continuación en una de esas meriendas de hotel, en cuyos menús están las iniciales de los recién casados. Eran éstos Bibina Rato, una muchacha bonita- -pero bonita de veras, y particularmente, y no de ese modo convencional que lo son todas las novias para los periódicos- y Antonio López Montenegro, E L LECTOR. -Y ¿es todo? Yo. -Al menos en Madrid También el extranjero agreg- ó un párrafo máT a f capítulo de sus bodas: la princesa Francisca de Francia, hija de los duques de Guisa casó con el príncipe Cristóbal de Grecia Y se acabó. La semana no ha dado para más E L LECTOR. -Y a usted, particularmente, ¿le atraen los bailes. de Carnaval... Yo. -Yo soy un decepcionado de está clase de bailes desde mi primera juventud. E L LECTOR. ¿Por qué? Yo. -Sencillamente porque me desinflé como dicen ahora, en mi primer baile dé máscara. Recuerdo que tenía diecisiete anos... E L LECTOR. (3 ué buen a memoria! Yo. -Sin ironías. Hace, en efecto, mu cho tiempo; pero lo recuerdo perfectámen- te. Tenía, repito, diecisiete años cuando me

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.