BLANCO Y NEGRO MADRID 13-01-1929 página 101
- EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
- Página101
- Fecha de publicación13/01/1929
- ID0005133574
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L I T E R A T URA MISSI HAVE GOT PREGUNTO PKADIEE EN UN KAEO IJ 3 NGUAJE. -Puesto que no está usted muy cansada, vendré a buscarla a eso de las ocho para llevarla a comer al French Club. Hay que festejar el día de la llegada, sobre todo cuando, como éste, coincide con el aniversario del armisticio. Póngase usted muy guapa, y hasta luego. Le estrechó la mano con presión firme y breve. Y cuando ya había salido él a la calle, acompañado por la señorita Olimpia, aún tenía Marta delante de los ojos su cara, de sienes agradablemente plateadas. SEGUNDA PARTE I En la inmensa habitación, con sus vidrieras abiertas de par en par hacia el espectáculo del Bund, sin cesar renovado; sentado ante su mesa de teca, sobre la cual gesticulaba un Buda de bronce, estaba trabajando Pradier. En mangas de camisa, con el cuello des- abrochado, que dejaba ver el fuerte pecho, iba cogiendo, uno tras otro, de un montón de manuscritos, los documentos, que leía con rápida mirada, y luego echaba a un lado o los conservaba. A causa de la tensión cerebral, su cara, de facciones regulares, no obstante algunas arrugas precoces, se contraía un poco, y las dos rayas que le atravesaban da lado a lado la frente se marcaban más. Con sus treinta y nueve años, alto, ancho de hombros y esbelto de caderas; con sus ojos grises azulados, en los cuales brillaba la inteligencia a la sombra de las pestañas, Pradier impresionaba todavía a las mujeres. Llegado a China unos veinte años antes, a causa de una testarudez que le impulsó a abandonar a sus padres, acomodados comerciantes de Grenoble, llevó en Asia una vida de aventuras. Caravanero en los caminos de Manohuria, comisionista de brillantes en Tien- Sin, exportador de curiosidades en Pekín, conse-