BLANCO Y NEGRO MADRID 31-10-1926 página 79

D E P O R T E S ble dispersión de mis libros, de mis cuadros, de mis obj etos de arte; pero no puedo hacerme a la idea de que un día no poseeré más esta bestia magnífica, este fabuloso unicornio, que me conduce sin sacudidas, el cerebro m á s l i b r e el oído agudizado, a través de las bellezas de la Naturaleza, la diversidad de la vida y los conflictos de la humanidad. Un día el genial escritor l l e g a a A m s terdam. Llega rendido por lo tumultuoso de su vida, y decide pasar allí ocho días, quince, quizá un mes. Así se lo comunica a su mecánico. Pero éste, sonríe. Conoce el mal CATALINA MARTYN, BELLÍSIMA CORREDORA, EN DK L A N D S K I P F TIPO que p a d e c e n y res TOURNIG ponde -Bien, señor. En todo caso, esperaré ór- Llega al hotel extenuado, febril, y no tiedenes esta noche. ne más que una obsesión: partir, partir, Octavio de Mirbeau se baña, domina un partir. poco sus nervios, recorre la villa, se deleiEl mecánico le espera. ta en sus jardines, gozando de la quietud -El coche, mañana temprano, a las siete. y el sosiego. Llega la noche, y con la noche, Nos vamos, nos vamos, nos vamos, la bruma. Anda sin saber por donde anda. Es una enfenmedad- reconoce- -una enA poco, en las cervecerías obscuras y tétri- fermedad miental que se llama velocidad cas, en los cabarets rutilantes y cegadores, No es sólo la velocidad mecánica, que se sume en un carnaval de múltiples colores lleva al hombre a través de países y países; y que huele a sal marina, alcohol y opio, es la velocidad de una especie de neurastenia que c o n d u c e al hombre a través de todas sus acciones y sus distracciones. Nuestro cerebro es una pista sin fin, donde los pensamientos, las imágenes y las sensaciones ruedan y ruedan a razón de cientos de kilómetros. C i e n k i l ó metros es la medida, el marco de actividad. Pasamos en tromba, pensamos en tromba, sentimos en t r o m b a amamos en t r o m b a vivimos en tromba. La vida se precipita, se bascula animada de un movimiento de locura, de un movimiento de carga de C a b a l l e r í a y huye, como los árboles, los muros, las siluetas que EL INVENTOR DEL L A N D S K I F F DOCTOR MANFRBDO CDRRT, 0 0 N KORITA CATALINA MARTÍN, EN UN COCHE L I M O U S I N E LA SE, r A i alrprlívlnr dllCUCUOF rl P 1 UCl