BLANCO Y NEGRO MADRID 02-09-1923 página 40

iiiNi; iHii ii il: lit Jtt) 11lll i t: (U I I I i I I i I I I I I I I I I I I i i i I 1 1 I I I I I I I i i I I i I I I I I I I I 1 I I I I I 1 I I I I 1 I I I I I I D Dice el aludido escritor que la mujer de moda, entre sus almohadones, -muy pintada y con esa vestimerta oriental, es estilo baile ruso y añade: El instrumento principal de que Israel se ha ESPUÉS de dar un vistazo a Deauvilie, don- valido para asiatizar el arte europeo está en los de se reúnen durante algunas semanas las bailes rusos mujeres más elegantes, si por elegante en La lucha eterna, secular, entre Asia y Europa, tendemos vestirse a la última moda y tirar miles el antagonismo entre dos civilizaciones diferentes, de francos con la mayor inconsciencia, trazo en que originó las guerras médicas y las guerras púmi cuaderno de notas: color dominante, el blanco; nicas, ofrécese en nuestros días dentro del a: e forma, sencillísima, estilo- camisa; impresión ge- y con peor intención que otias veces Todas las pron e r a l desconsoladucciones del arte dora. ¿P o r q u é? oriental m o d e r n o Sencillamente, porllevan en el fondo qti e la moda, hála perversidad bilmente manejada P a r a combatir p o r l o s enemigos el arte perverso en de la moral, sigue nombre de la mosu labor destructoral habría que opora. Meditaba sobre n e r l e tratándose este t e m a cuando de vestidos femenivino a mis manos nos, los atavíos ríun artículo publigidos que aparecen cade en La Época, en los cuadros de del Sr. A r a u j o S á n c h e z CociiO; Costa, distinguido Pantoja de la Cruz literato de v a s t a y d e m á s pintores cultura y que no que enlazan a Anpresume de morat o n i o M o r o con lista. Lo leí dos veV e l a zquez. En el ees; no quería encatálogo grande de tender el sentido la E x p o s i c i ó n de de sus p a l a b r a s retratos de m u j e p e r o al fin t u v e res españolas que que rendirme ante organizó la Sociela veracidad de sus dad de Amigos del observaciones. La Arte en 1918 hay mujer moderna, en muchos modelos de grado más o metrajes en que van nos alto, ha perdide acuerdo la estédo el recato, pero tica y el decoro y sin darse c u e n t a la dignidad de la Conforme el r o j o mujer de los labios de su tono natural ha lleCita cuadros de gado a un color de Largilliere, Boucher, Q u i n t í n de fresa ridículo s i n La Tour, Wateau, que l a v i s t a adGreuze y F r ag ovierta su fealdad, nard, y dice: No la desnudez encusimbolizan, ciertabierta por un tramente, una lección j eciío- camisa, o de buenas costu; ndescubierta casi tobres; pero ni sus t a l m e n t e por un trajes ni sus actitraje de noche, no tudes l l e g a n a la nos sorprende, pero p e r v e r s i d a d del nos coloca, c o m o arte decorativo que dice el Sr. Araujo SOMBRERO ORIE. N TAI. BORDADO CON ABALORIOS Israel trata de imCosta, en la cateBABÓN. (FOTO RAHMA) ponernos. y tergoria de muñecas de lujo, de un dadidol de carne. Y lo más triste del mina con esta frase: Atavíense, pues, las mujecaso es que estamos siendo los muñecos del gui- res sin que su fisonomía y su cuerpo pierdan su ñni que mueve la mano semita para que destruya- dignidad personal. ¿Verdad, mis buenas amigas, que es muv triste mos nuestra propia sociedad, nuestro mundo, el mundo cristiano que nos elevó hasta el hombre que nos digan cosas tan duras y tan en razón? Yo para ser su compañera, y nos elevó sobre él para no digo que volvamos a los tiempos de Pantoja ser su ángd custodio, la inspiración de todo sen- de la Cruz, pero sí ruego que bajo el traje- camisa timiento noble, la paz del hogar, el sostén en sus se pongan ustedes la ropa interior que hemos llevado siempre, sin prescindir de una sola prenda, adversidades; en resumen, la mujer cristiana. La moda en Deauvilie. ¡ij i; iir iiirr t ir IT i: i t liu I l