BLANCO Y NEGRO MADRID 10-06-1923 página 43

m: á CREPÚSCULO Los reflejos de la tarde van borrando sus fulgores, y el sol pliega la hermosura de su túnica imperial, y en la bóveda del cielo da sus claros resplandores la azucena tremulante del lucero vesperal. El jardín, bajo los velos de las sombras indecisas, desengarza los collares de un perlado surtidor, y, agitados muellemente por el soplo de las brisas, se columpian los aromas de los árboles en flor. Bajo el palio de las ramas arde el fuego venturoso de los lánguidos idilios con su luz sentimental, y en un banco adose! ado por un pino rumoroso teje un viejo en una flauta sus salmodias de cristal. w Como pájaros de ensueño pasan lindas colegialas por las sendas, arenosas del vergel encantador, como pájaros de ensueño que llevasen en sus alas el misterio de la dicha y el secreto del amor. Las estatuas seculares agigantan sus figuras, ostentando la defensa poderosa del pavés, y las bélicas espadas, y las fuertes armaduras, y las testas enemigas cercenadas a sus pies. Desde el ámbito borroso de la vaga lejanía, que se esfuma ante la muerte del fulgor crepuscular, llega al parque centenario la insinuante melodía de los ecos cadenciosos de una danza popular. Y entre tanto que la tarde se desploma en el Poniente, derrotada por la noche tras reñida y ruda lid, unas voces infantiles van diciendo dulcemente: -Cuatro duques la llevaban por las calles de Madrid G GONZiLEZ DIBUJO i DE ZAB iLA DE LOZANO SIDKO