Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
BLANCO Y NEGRO MADRID 03-06-1923 página 46
BLANCO Y NEGRO MADRID 03-06-1923 página 46
Ir a detalle de periódico

BLANCO Y NEGRO MADRID 03-06-1923 página 46

  • EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
  • Página46
Más información

Descripción

niiitiiniii causando el mayor daño a mamá, reducíanla al adoramos, Yo le adoraré, él me adorará, nos- silencio, a confesarse vencida, i Cuántas veces vi otros nos adoraremos siempre, Como sabes, no entonces palidecer a mi madre, cual si recibiese queremos que se nos salve. Tu hija es tenaz. Ese una puñalada! señor la ha hechizado. Te prevengo que está re- i Siendo Gilberta mayor de edad, no ignoralja suelta a casarse sin tu consentimiento, que podía prescindir del consentimiento de mi maMamá cedió para evitar el escándalo. El señor i dre, y que la oposición de ésta no haría más que iVlv; irez fué presentado oficialmente c ómo el pro- i retardar el cumplimiento de una decisión irrevo- metido de Gilberta. i cable. Sin embargo, mamá luchaba denodadamenOigo todavía a mi hermana anunciarme aque- te. Comprendía muy bien que, dado el carácter ¡la decisión. Sus ojos brillaban de alegría. Se de Gilberta, la hubiera hecho falta un marido se- ahogaba de felicidad. i rio que fuera para ella, no sólo un amigo, sino- -i Ah, Juanita! No puedes saber hasta qué i tamlíién un g- uía. Después de haber hecho un lla- punto soy dichosa... I mamiento a los buenos sentimientos de Gilberta, Callóse un instante, tratando de buscar compa- mamá puso en juego razones de interés, ración para expresar lo que sentía, y pronunció- -No te daré dote alguna. No tendrás más que estas palabras que arin no he olvidado: la pequeña porción que te corresponde de tu- -i Estoy como una copa rebosante! padre. XIf Como si estas materias tuviesen un valor ínfimo a sus ojos, Gilberta respondió: Para evitar comentarios enojosos resolvió mamá- -Tanto mejor para Juanita, Así tendrá más. volver a París. En aquella estación nos hallábaEl acento de mi hermana era grave; mas yo mos seguras de no encontrar allí a ninguno de adivinábala extremadamente mortificada nuestros amigos. Desesperando de ganar su Causa, mamá recuLa víspera de la partida, al atardecer, fui a varrió a la señora Decens, su mejor, su más anti- gabundear por la playa. El cielo era bajo y húgua amiga. La señora Decens no tenía hijos e in- medo el mar, de un gris amarillento. Grandes ráteresábase por nosotras cual si lo fuéramos suyos. fagas de aire arrojábanme al rostro espesas nieVeía con indulgencia nuestros defectos; así que la blas. Recorrí la playa. Estaba casi desierta. Los queríamos mucho. bañistas habíanse refugiado en el Casino. SúbiEra tradicional, desde nuestra niñez, que una tamente, de detrás de una roca, surgió Eelipe de vez a la semana almorzásemos Gilberta y yo en Orgére. su casa. Gozábamos el privilegio de hacer el menú. Acechaba a Gilberta? ¿Esperaba encontrarla, No sorprenderé a nadie si digo que en él figuraba hablarla por última vez? Hacía algunas semanas un número crecidísimo de platos de dulce. que yo no le había vuelto a ver. El pobre muchaAlgunos detalles la harán conocer mejor. cho me dio lástima; tenía el semblante demacraLa señora Decens era fea en grado extraordi- do, los ojos abatidos. Qué diferente del joven nario; mas poseía tanto ingenio y tan espontáneo, venturoso, animado por la esperanza, que contemque todos, salvo los mu jóvenes, preferíanla pron- plé una mañana en el bosquecillo, en compañía de to a una belleza insulsa. Un día, poniéndose el Gilberta! sombrero ante un espejo, exclamó, exhalando un El señor Orgére se aproximó a mí. Halílar de suspiro: la persona amada, poder pronunciar su nombre, ¡Oh! i No se puede ser y haber sido, es todavía un consuelo. Y luego, volviéndose hacia mí, con un acento Trató de fingir serenidad. inimitable: ¿Es cierto que se van ustedes mañana... No- -Digo esto para la g alería. ¡Yo siempre be tendrán mucho calor. El tiempo se one lluvioso. sido tan fea I lísforzábase en hablar con voz tranquila, en La señora Decens ejercía cierto ascendiente so- ocuparse de trivialidades; mas su fisonomía se bre Gilberta, que dignábase reconocer que, de en- hallaba contraída por nerviosos estremecimientos. tre todas las amigas de mi madre, era la única T- ruscamente pensó que acaso no le sería posique no tenía ideas retrógradas. ble mantenerse en aquella actitud mucho tiempo. Puesta al corriente de los proyectos de Gilber- Su corazón estalló. Quiso con una sola frase ta, la señora Decens acudió inmediatamente. Sin averiguar. lo esencial. embargo, no forjábase ilusiones. ¿Es verdad lo que dicen por ahí; que la se- Cómo voy a triunfar- -dijo a mamá- -allí doii- ñorita Gilberta va a casarse? ¡de tú has fracasado? Había una punzante angustia en su acento. Yo- -Te lo ruego- -respondió mi madre- Gilberta dije que sí con la cabeza, sin atreverme a mirarle. i te escucha con atención. -i Dios mío I- -gimió- ¿Qué tiene ese señor- -Sí. cuando soy de su opinión sé c ómo piensa Alvarez para haberla agradado... Ni siquiera tu hija: Dame un consejo, mas no me digas posee fortuna... que no. El polire muchacho trataba de Ijrome. ar. Se calló, I I a señora Decens tuvo una larga conversación me tomó la mano, me miró bien de frente con i con Gilberta. Cuando nuestra vieja amiga salió ojos suplicantes. Dijo, al cabo: I del salón tenía la faz muy animada. Se reunió con- -líscuche, Juanita: usted ha sido una buena i mamá en la terraza. amiga para mí. Sé que me com adtce... Dirá usI- -Querida mía. no hay que esperar nada. La ted a Gilberta... la dirá que... i he atacado en todos los terrenos. Repite obstinaLos sollozos le ahogaron. Como un hombre heI damente que quiere casarse con el eleg- ido de su rido por un golpe demasiado rudo, se alejó vai corazón. Conjuga el verbo adorar en todos sus cilante... i tiemnos: Yo le adoro, él me adora, nosotros nos Nos instalamos de nuevo en la avenida de ui tiinitiuiiuiiídiiti un m aii ui ¡i) ii iii

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.