BLANCO Y NEGRO MADRID 29-04-1923 página 35
- EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
- Página35
- Fecha de publicación29/04/1923
- ID0005516901
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y cada baluarte un grito, y cada grito un combate, ¿cómo del viejo castillo los belicosos guardianes pueden no cantar sus triunfos en el épico lenguaje que esculpió para ordenanza de sus leyes inmortales la mano de Iñigo Arista sobre el fuero de Sobrarbe? Si cuando la noche llega y tiende sobre el paisaje sus silencios pavorosos y sus hondeas soledades, cuando la tierra y el cielo se acercan hasta ayuntarse en el embrujado pacto de su sombrío aquelarre, del castillo de Marcilla por el férreo puente sale luenga procesión, que forman bravos reyes, viejos frailes, antañones sozmerinos y pragmáticos alcaldes, pecheros de baja estirpe y altos señores feudales, heraldos de áureas trompetas y alféreces de albo guante, pretenciosos caballeros y esforzados capitanes, hijosdalgos, ricoshomes, mesnaderos, maestrantes, el siervo y el agremiado, el concejal y el cofrade; y presidiendo el cortejo, entre damas y entre pajes, luciendo corpino de oro que transparenta sus carnes, rojo bonete de seda que sobre el cabello cae y estrecho chapín que oprin: e de su breve pie los nácares, tan altiva como hermosa va la marquesa de Falces. Y es fama que en el silencio tiembla, y en las soledadesde la montaña retumba como alarido gigante que rugieran de mil pechos las gargantas formidables, el monótono estribillo de un viejísimo romance que, empezando no sé cómo, reza en sus versos finales i Buena la hicisteis, franceses, en esa de Roncesvalles! Í. Hí. JlíARCIANO DIBUJOS DE ZURITA. E. VÁRELA