BLANCO Y NEGRO MADRID 08-04-1923 página 43
- EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
- Página43
- Fecha de publicación08/04/1923
- ID0005517081
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6 N la relación de las víctimas producidas por el choque de trenes contábase mi amigo Roberto Alfaro. Tan tremenda noticia me colmó de terror. ¡Pobre muchacho! ¡Muerto! Y ¡de qué modo tan horrible! Los detalles que publicaban los periódicos ponían los cabellos de punta. El cadáver dd infeliz Alfaro fué descubierto entre un montón de astillas humeantes, con la cabeza separada del tronco. ¡Dios, qué espanto! Y la cabeza tan ennegrecida, que hubiérase hecho muy difícil su identificación a no haber encontrado en un bolsillo la cartera de muerto con su cédula personal, sus tarjetas y varios documentos. La decapitación no me extrañó gran cosa, ya E que en muclios momentos le oi quejarse de que se le iba la cabeza, y alguna vez tuvo que ser verdad. Y tampoco me sorprendió que se encontrara ennegrecida, porque mi pobre amigo... Dios le diera su gloria, y bien sabía él que no trataba yo de ofender su recuerdo, pero no era muy aseado. Según confesión propia, se lavaba el alma y el cuerpo, por lo menos, una vez en Pascua Florida, aunque es notorio que no pasó jamás del mínimum; y como su muerte sobrevino en Octubre, dicho está que su rostro debía presentar una pátina de más de cinco meses. Resistiéndome aún a creer la trágica noticia, pregunté en la pensión que solía albergar a mi amigo, y, en efecto, me confirmó la dueña que