BLANCO Y NEGRO MADRID 14-01-1923 página 38
- EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
- Página38
- Fecha de publicación14/01/1923
- ID0005517776
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FOTOGRAFÍAS OLVIDADAS E C U E R D O DE UNA REUNIÓN C OMPAÑY se llamaba un popularísimo fotógrafo prematuramente muerto, después de haber dado en el mundo señales de generosidad y amor por España. En los primeros meses del primer año del siglo que corre quiso el artista reunir en su estudio a varios representantes de realidades manifiestas o de halagadoras esperanzas en la literatura y el periodismo, y a la cita de Compañy acudió la mayoría de los invitados. nes distinguía el aire de adolescentes con que se asomaron a la celebridad, pero en quienes fulguraba todo el poderoso ingenio con que supieron y saben conquistar y retener la gloria que les acompaña; Luis López Ballesteros, el ilustre personaje presente, que era ya publicista notable; Ricardo Catarineu, poeta de alma sencilla que, afligido por la lucha del vivir, dejó que su espíritu volase con prisa a las regiones del eterno reposo; Cristóbal w 1 1 d JOVEN i: S ESCBITORBS DE 1900 Jacinto Benavente, que habla estrenado ya El nido ajeno, Gente conocida. La gata de Angora, La comida de las fieras. La farándula. Cuento de amor y algunos bocetos tan interesantes como El marido de la Télles, De alivio y Viaje de instrucción, y por todo lo cual gozaba ya la singular admiración que disfruta; Azorín, el insigne Azorin, que hallábase en los comienzos de su obra, no sin probar que el pequeño filósofo de aquellos tiempos sería en los futuros espejo y gala de escritores; Ramiro de Maeztu, el chicarrón fuerte y simpático en quien se iniciaban, con verdadera excelsitud, las cualidades de su talento sereno, profundo y original; Pío Baroja, el novelista sin adobos ni recamos, a quien reverencian con razón cuantos leen libros escritos en nuestro idioma; los hermanos Alvarez Quintero, Serafín y Joaquín, a quie- de Castro, el sugestivo cronista de estos tiempos, que mostróse en aquéllos discípulo de Burell y, para ser digno del profesor, decidido a conseguir con la pluma lucida carrera en las letras y en la política; Eduardo Zamacois. el escritor exquisito, ansioso antaño, como hogaño, de recorrer tierras y de viajar también por las escabrosas regiones del alma; Antonio Palomero, el fácil y sagaz estilista, que daba a las improvisaciones aspecto de obras esmeradamente trabajadas; Luis Gabaldón, uno de los creadores del célebre semanario Gedeón, donde brillaron Luis Royo Villanova, Francisco JVavarro Ledesma y José Roure, malogrados compañeros del Floridor de ahora, que en lo de componer comedias predica y da trigo espléndidarnente; Luis Bello, prosista de gusto insuperable, bibliólilo magistral, hoy día lanzado a los rudos