BLANCO Y NEGRO MADRID 12-11-1922 página 46

El primer retrato. POR DY SAFFORD C O el entrecejo fruncido, la princesita MaN ría Francisca de Hohenlolie quiere darnos la sensación de una voluntad firme dispuesta a no doblegarse, y, sin embargo, cuando ese ceñito desaparece y una sonrisa ilumina sus ojos azules, la ficción se esfuma. quizá por eso tienen un sello de refinamiento y buen gusto del que no sabemos prescindir. Este complemento del mobiliario es de una variedad sin límites, como verán nuestras lectoras si se fijan en los tres modelos aquí reproducidos. El primero es de raso blanco y terciopelo violeta obscuro; sobre el raso se cosen esas hojas de terciopelo a punto de cordoncillo, hecho con seda malva y plata, uniéndolas entre sí para formar las cinco ramas que componen el dibujo. Un cordón grueso de ambos tonos sirve de rem ate. El segundo es de taffetas, cortado en forma de gajos; II trozos iguales que miden 6o centímetros de largo por 20 de ancho en su centro, sobre los cuales se borda algo parecido a todo menos a la rosa, con tres hojas que el lápiz, -en manos de un dibujante modernista, ha pretendido trazar. Los trozos de taffetas se unen por medio de bieses de un color más obscuro, procurando rematar bien las puntas para recoger en el centro los II bieses del mismo modo en ambos lados. El tercero tiene mayor mérito artístico. LA PRINCESA MAX DE HOHENLOHE LANGENBURG CON SC PRIMOGÉNITA, LA PRINCESITA MARÍA FRANCISCA, A LOS CUARENTA DÍAS No llora nunca nos dice su madre, y nosotros pensamos si el gesto de mal genio será la primera manifestación de la coquetería innata en toda mujer, porque está graciosísima. A los cuarenta días de nacer la hicieron este retrato, y tanto por su expresión como por su tamaño iparece una personita de tres o cuatro meses. A fines del pasado Octubre se hizo su presentación en el comedor de Madres Lactantes, quienes demostraron su cariño a la princesa de Hohenlohe con un entusiasta recibimiento, obligándola a sentarse en la presidencia de su mesa. Las madres, agradecidas, solicitaron un retrato de la princesita María Francisca para colocarle entre los de sus pequeños, honor que satisface más a quien le concede que a los demandantes por ser algo que habla al corazón de la madre feliz, presintiendo a su nenita más protegida de infortunios por las bendicionHi de aquellas buenas mujeres que por los halagos del mundo. 1, A L M O H A D Ó N D E RASO Y TERCIOPELO. 2, ALMOHADÓN DE TAFFETAS BORDADO. 3, ALMOHADÓN DE DAMASCO T CUERO POLICROMADO. MODELOS DE LA CASA MARGUERITE RODIN. (FOTOS RAHMA) E Está forrado de rojo damasco con el borde abuUonado, recubierto con dos cueros policromados que aprisionan el almohadón entre los cordones que pasan por varios ojetes y se anudan bajo el extremo inferior. L imperio del almohadón no tiene límites; Quienes colpien este almohadón podrán ejecude Oriente a Occidente, allí donde haya una tar dos labores: la sencillísima de armarle y la mujer, se encontrarán almohadones que la más interesante de repujar y colorear el cuero. brinden descanso. Ellos son los mayores enemigos del trabajo, y If cS ff 0 Nuestras labores.