BLANCO Y NEGRO MADRID 19-03-1904 página 11
- EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
- Página11
- Fecha de publicación19/03/1904
- ID0005121338
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caricias le dijo: -jPiTes no fallaba mdsYa In crcot Mafiaiiila m n y Iciuprano me levantaré, te s. -icnrc rio la jnnla y t e t i r i r é d e l a c n b o z a b a s u q n e s: tlg! ¿d e pá aro. l A d i í s adiós- -le contestó el pn nripe -que se acab: i b inedia h o r a V leiiEo q n c X g Jvnóa, Se JimrHió liacia laj iiiln, y iilín Ut se baliía vuch páíarOHCU info y a j o a quinito diirnii. i como un lirÓTi. De veras lo siento. P e r a como uo c- stoy i n v e n t a n d o iiu cncnto, sino refirieudoki íjlie realmente le pasó íimiguilf teng o q u e decir Ja verdad hasta el fin; y d Í R o q n e lo ieutu, porue lüdí- is esíjs ciu ntos de e r i t a n t o s y e hadns q u e t a n t o os gnPlan, siiolcn acabiir bien, á p uslo d e todos, menos de las brujas nialas q n e llevan el castillo q u e u ereccii por s n s picardias. Y üstíi liistoria acnba m u y in; il como tr. igcdUí y t Mno q u e o s aflijáis. l ero repito que y o os cuento ¡o que paso. A -iiM siíjiiieute. apenas el primer r ¡ivo desoí entró j u u e l e a n d o por las rendijas du la veiitana d e su cuarto, oa ¡n ¡niio se despertó pens a n d o en el pobrecilo príncipe. Abrió la ventana, dejando q u e el a i r e y la UTK entrasen á darle los b u e n o s días, y cnífiendo u n a silla descrdi ó la I aula en q u e estaba encerrado su a m i p o se puso á cavilar cómo nn liombrc- t, in g r a n d e podría e tar metido en un paja tillo tan poijueño, abrí en lo la puertecilla, le cogió con muclio cuidado, dejó la j a n l a en el suelo, se acercó á la ventana, y dicicndole al o r i i u n con mucho m i m o R n c n o s días, príncipe, voy á de eneanlartc cog ió con u n a m a n o el delicadi- cnerpecillo. y con la otra, i Ásl d i o un tirón tan fuerte d e lacaíii i a. q n e p o r poco se queda c n ella cu la mano, J n seguida lo dejó en u n a silla y se p r e p a r ó d. saltará los brazos del príncipe en p e r s o n a P e r o el pajarillo, en vea d e volverse hombre, aleteaba y se retorcía sobre el asiento y le miraba con unos ojos tan tristes, q u e á j o a q u i n i t u le dieron pan. as de llorar. Creyendo q u e el Itr m mi bahía -rido b a s t a n t e inerte, volvióácoy erJe y á repetir la operación. Estavc; tel pobre p a j n r i l l o quedó merlt i; Titre lasnianos IIL Jnaquínití Uc iinráinlol con íijoí acabúiiur J a r s e cutiitadeTo q u t pasaba y se eolii iá li) rar. QIKS OS as (imbráis? Había s L- rt- iMu laiiibitn vosulros qne al lj reírle le la r a bean el gortiüii f; e iba á trooar t n un bcrmoso príncipe? Va os a n u n c i é oue el final era lr ¡stcyí Tieosdtjana (ÍeíTCí Sin ciiibar i Joaquinilo ci se todavía a l g n n a s veces rjue desencantó íil prínd p e y q u e é s L e ¡qued e s a g r a d- í -iílo! se hizo invisible al i alir del cuerpo del pájaro p a r a n o entretenerse en despedidns. tóMAr A N G E L I T O a FANTASTiCOS)