BLANCO Y NEGRO MADRID 28-08-1897 página 12
- EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
- Página12
- Fecha de publicación28/08/1897
- ID0005102433
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todo el veraneo, es el triple extracto de la vida de la ciudad. El mar alborotado á la izquierda, el manso Urumea á la derecha. Puertas Coloradas enfrente, y luego la estación y la Plaza de Toros. ¡Qué Plaza de Toros I Es la conquista de Francia por loa toreros. Tendidos y gradas se verán llenos de francesas elegantísimas junto á las madrileñas y donostiarras con sus mantillas blancas. Podrán venir á deslumbrarnos con sus toilettes de París cien ó doscientas francesas, pero aquí tenemos un ramillete de chicas guapas y de mujeres de primer orden que merecen los honores de la- imprenta, porque en cada corrida, llenando los palcos, veremos á las saladísimas y emocionantes que se llaman Brunet, Rojo Arias, Besson, Novella, Peón, Peñagariano, Echagüe, Pedrorena, Gutiérrez, Rodrigáñez, Luca de Tena, Polanco, Eraso, LA C U A D R I L L A D E L ÜUEBRA A N T E S D E L PASEO Brochetm, Lersundi, Minondo, Cámio, Soper. a, Laguna, Montes, Calvetón, Machimbarrena, Costalago, León, Tovar, Seoane, MéQ iez igo, Ijataillade, Manterola, Kavazo, Miramón, Weiner, Alonso, López, Macías, y tantas y tantas que forzosamente y por la prisa olvido, y que nos hacen gritar ¡Viva España I El sol, ese sol esclavo de Arana, inunda la plaza de luz. El piíblico es feliz durante tres horas. Todo le gusta, todo le parece bien; los aplausos se suceden y multiplican, y cuando ya se acabó la fiesta nacional, paitan a ruedo los hijos de San Sebastián y bailan esa jota que los programas y carteles llaman delirante, y que es el resumen de las alegrías de la tarde. ¡Oh semana feliz, que nos hace olvidar todas las dificultades presentes y todas las angustias futuras! quién pudiera sobornar al tiempol dijo el poeta inmortal, tal vez adivinando los tiempos en que vivimos, i Quién pudiera detener la implacable saeta y hacer que esta semana grande de la capital de Guipúzcoa se convirtiera en estado normal y estado constante de las almas I Pero efto no es posible, parece que vivimos repitiendo la frase de los epicúreos: ¡Comamos, bebimos, porque mañana moriremos! EusEBio BLASCO Fotografías Moreno y Videtoal. VISTA E X T E U I O K D E LA I LAZA