BLANCO Y NEGRO MADRID 24-10-1896 página 15
- EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
- Página15
- Fecha de publicación24/10/1896
- ID0005103212
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El Princesa de Asturias Este íamoaísimo crucero cuya quilla acaban de mojar las aguas españolas, tiene ya, con tan pocos días de vida, más larga y más accidentada historia que muchos barcos de los que surcan los mares hace muchos años. Así como de La hola de nieve de Tamayo se dijo que es una obra cuyo primer acto es comedia, el segundo drama y el tercero tragedia, del flamante crucero y de su accidentada y episódica botadura podemos decir que empezó en comedia, se convirtió en drama y acabó en bufonísimo sainete. Las pruebas é intentonas realizadas de dos meses á esta i eclia para empujar el crucero gradas abajo, las noticias oficiosas salidas del ministerio de Marina, el ir y venir de las comisiones, juntas técnicas, ingenieros, peritos y corresponsales para lograr la botadura famosa, no despertaron en el público más que la plácida sonrisa de la comedia; luego, ésta se convirtió en drama verdadero: la quilla del barco se consideró perdida después de los últimos intentos de lanzamiento, realizados á puros tirones y por los medios más rudimental ios; considerábase inevitable la caída del ministro Sr. Beránger, y en vano el inacabable optimismo ministerial sacaba á colación otros accidentes ocurridos en todos los países y en otras muchas botaduras, pues aquí ocurría que llovía sobre mojado, como vidgarmente se dice. C A L Z A X n O LA Í KOA Cuando más grave se consideraba la situación, tanto para el I AIIA Ii ACLr. I l Alí KI. L A X Z A M I E K ministro como para el barco, tanto para el Tesoro Nacional como para el arsenal de la Carraca, he aquí que el crucero, con el solo poder de su inercia y la ayuda única de la pleairjar, lánzase al agua felizmente y por su solo impulso, mientras las juntas técnicas y los peritos del ramo estudiaban el sistema de los flotadores v buscaban un recurso desesperado para causa que se consideraba tan perdida. Tal es oí tinal bufo de la famosísima botadura de este crucero, al cual los operarios de la maestranza llamaban hace días el Arrastraos y llaman ahora el Espontáneo r O S l C I Ó N Kfí QUE QUEDÓ EL CIÍUCEKO D E S l T J Í S D E L Ú L T I M O I N T E N T O DE BOTADURA f i fuéramos á repetir las bromas y cuchufletas lanzadas con este motivo en los cafés, en los diarios y en todas partes donde se refleja la opinión, haríamos interminable este relato, que preferimos ilustrar con las dos fotografías adjuntas, tomadas antes del acto espontáneo que realizó el crucero, por nuestro distinguido corresponsal fotográfico en Cádiz Sr. Lebrón.