BLANCO Y NEGRO MADRID 26-09-1896 página 8
- EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
- Página8
- Fecha de publicación26/09/1896
- ID0005103277
Ver también:
La confusión í u é grande. Todos rodearon á la Infeliz, tnuclios por curiosidad y algunos por coníniseracióh. El maestro dijo en tono impasible: ¡Bah, bala! No se alarmen ustedes. Eso no es nada. Llevarla al cuarto. Son remilgos de niña enamorada. Adelante con el ensayo. Efectivamente, éste continuó. Seis veces más se repitió el paso del torrente, sin que el maestro lograra la ansiada perfección. En. el momento preciso en que se repetía por última vez, u n avisador del teatro le trajo la noticia de que María Eeyes estaba agonizando en el cuarto destinado á las bailarinas. E l maestro se mostró visiblemente coñtrariado, pero encargó al avisador el más absoluto sigilo. -No hay que alarmar á las chicas, le dijo. Las pobrecitas t o m a r í a n un disgusto que no sabemos si á alguna podría c o s t a r í e caro. Además de eso, tal vez no haya motivo para tanto. Que llamen á un médico inmediatamente y que entre por a, puerta del almacén. Este se hallaba situado á la derecha del escenario, ó sea en la parte posterior d e l edificio, con acceso independiente por el jardín. Se hizo, en efecto, como el maestro indicó, sin llamar para nada la atención de las bailarinas, porque las contadas i personas que se entera i ron del caso permanecieron al lado de María í Reyes h a s t a ver el desenlace del drama. El médico reconoció á la bailarina, certificando que se trataba de u n ataque producido por una grave lesión cardiaca. Después de recetar lo procedente, ordenó que la enferma fuese conducida á su casa con las debidas precauciones. Un empleado de la contaduría del teatro tomó á su cargo la dirección y los gastos de esta obra humanitaria, y María Reyes fué trasladada á su domicilio en u n coche con las mayores comodidades posibles. E n este mismo momento el maestro gritaba una vez más: -Atención, niñas. A u n a 1 i Lililó, lililó! Las bailarinas avanzaron hacia el torrente en la forma convenida. EDUAKDO SÁNCHEZ DE CASTILLA DIBUJOS DE ilÉNDEZ BRINGA Y MECACHI 8 j ig K VS. TF Vi I i T y tt