BLANCO Y NEGRO MADRID 14-09-1895 página 11
- EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
- Página11
- Fecha de publicación14/09/1895
- ID0005104328
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Las demás noches pero i, qué seguir! Siempre se encuentran alli damas hermosas y aristocráticas, hombres ilustres, generales, poUcicos, diplomáticos. Los señores de Cánovas del Castillo acuden á todas las fiestas que alli se celebran; la duquesa de Osuna asiste á menudo á aquellos banquetes, que anima con su talento y con su gran ilustración; los condes de Casa- Valencia y sus encantadoras hijas, que hoy representan en Londres á nuestra patria, eran también asiduos concurrentes de aquella morada. Darante el invierno último surgió allí como por encanto un lindo teatrito, en el que las señoritas de Barrios, con otros jóvenes distinguidos, representaron á la perfección deliciosas comedias. L i s últimas se celebraron y a muy próximo el verano. Después una de esas desgracias con que JDios prueba hasta á los más dichosos vino á turbar la plácida existencia de aquella familia tan querida. Los que con mano pródiga acudieron siempre al socorro de ajenas desdichas, los que secaron las lágrimas de la viuda del inmortal Zorrilla regalándola la edición entera del poema A Granada, los que dieron muestras de su piedad cristiaoa enviando á Ronda soberbia urna de plata para gaardar ios reatos de Fray Diego de Cádiz, los que entregaron á Magdalena G- rilo tributo espléndido para la dote que le fundó una reina, vieron desaparecer en edad temprana al mayor de sus hijos; y entonces el poeta y el artista, el diplomático y el aristócrata, el pobre y el rico, todos los que so envanecen con la amistad del ilustre matrimonio, acudieron á rendirles el tributo de sus simpatías. Y entre las amarguras de su dolor de madre, la marquesa de Vistabella hallará ea la religión los consuelos del cielo, y en la amistad los que guarda el mundo para los que han hecho mucho bien á sus semejantes. Fotografías d M. Franzen, hechas expresamente para BLANCO Y líKGno. MONTE- CRISTO CUENTOS BATURROS, POE GASCÓCÍ -Mira, ÁnlODio, no le dices nada á tu prim í ¡Hum! Pa primos eücoy yo, y se me ha muerto la burra. I Víiá esos! l uictíü á 3 aii Felipe y Sanilago. ¿Por quíí? -Porque van á caer juntos. -Bl H de Septiembre ha aldo siempre íatal para m ¿De veras? -De veras; dos días antes se me murió la chica, y cuatro dias despniSs so murió mi padre. ¿Cómo estamos de oraciones? -Medlanlcamente; sólo sé la Letanía. -Vamos, pues empieza- Empiece usted, que yo ya diré Ora pro notis.