BLANCO Y NEGRO MADRID 30-03-1895 página 6
- EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
- Página6
- Fecha de publicación30/03/1895
- ID0005424536
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Toda firma contiene en estado l a t e n t e algún signo, alguna cosa relacionada con la vida del individuo qiie la escribió. Haciendo u n estudio detenido de las personas y de sus rúbricas, no es difícil e n c o n t r a r la relación que entre u n a s y otras existe. El que n o sabe, hace por toda firma la señal de la cruz en u n a de las formas siguientes: T xVi L a primera es u n a cruz que so aproxima á la verdadera; señal evidente de que el individuo que la trazó es u n bendito de Dios. El que dibujó la segunda hizo u n signo fmáa, con lo que demuestra aptitudes p a r a tendero, si y a no lo es. El signo de multiplicar es trazado por algún padre de numerosa prole. Y la cruz al revés revela pocas creencias religiosas. El maestro Bretón tiene por rúbrica la espada del tenor en Los amantes de Teruel; la B do su apellido es u n a carátula soplando u n instrumento laúsico; y si llevásemos nuestro análisis más allá, tal, vez encontrásemos eondensados en esos cuatro trazos los puntos más salientes de su vida artística. a, cv Q O Muchos colocan u n a roja en su rúbrica, y a en un costado, y a en medio. Esto suele acontecer á, los letrados y á otras personas que por su profesión intervienen en procesos contra crímenes y delitos castigados con el presidio ó con la cárcel. s 9- SK- -r y o rf i uf. A q u í está la de Chapi. Esa rúbrica es u n a panoplia compuesta de una sierra y u n fusil. Lo del fusil me lo explico porque fué director de banda militar. Lo de la sierra no sé qué relación t e n g a con su persona. Tal vez le sea m u y simpático el oficio de carpintero, ó ¡vaya usted á saber! Siento no tener á mano la firma del maestro Marqués. Seguramente sacaríamos de ella u n a r e l a c i ó n m u y intim a entre su rúbrica, El anillo de hierro y la ópera Orfeo. O, ¡Qué ajeno estaba Cristóbal Colón de que en su propia firmj. y r ú b r i c a estaban las carabelas Pinta, Niña y Santa María haciéndose á la mar! Ahí están; vean ustedes en la orilla al guardián J u a n Pérez echando su bendición on compañía de los religiosos de la Rábida, y á la izquierda izado el pendón de Castilla. Zola no rubrica; dibuja inconscientemente borrachos de su Assommoir. algunos