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BLANCO Y NEGRO MADRID 12-05-1894 página 14
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BLANCO Y NEGRO MADRID 12-05-1894 página 14

  • EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
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DE LA PRADERA Graciosameate arrebujada en el mantón exclusivamente madrileño, prendido sobre el cabello negro el repicoteado y blanquísimo clavel, y llevando en la mano el indispensable pito de cristal, vuelve de la fiesta una chula de Maravillas, de Lavapics ó de la calle de Toledo. Con la distinción propia de todas las hijas de Madrid, recuéstase en la plegada capota de la mañuela como pudiera hacerlo la madrileña más aristocrática sobre las sedas interiores del iinder más lujoso. Bajo su frente pululan picarescos y alegres los recuerdos de una tarde de romería. Divirtióse allí, comió alegremente, bebió y charló con sus compañeras y sus rondadores como se divierten y charlan los hijos del pueblo en esas contadas fiestas que abren una solución de continuidad á la cotidiana tarea del trabajo y al diario caer de los jornales. En su viaje de vuelta sonríe maliciosamente á los chicoleos del señorío y se burla quizás de las chicas de alta clase, empaquetadas bajo los primeros vestidos de primavera; mas al descender del coche á la puerta de su humilde hogar de los barrios bajos, dará la diversión por concluida y guardará en el fondo del cofre los trapos de cristianar, para sacar de nuevo la sencilla falda, el juboncillo y el mantón de todos los días, traje de faena gastado por el trabajo constante en la fábrica de Tabacos ó en cualquiera otro taller de la industria, madrileña. Acaso no pueda con tanta puntualidad reanudar su trabajo el acompañante que debió pagar el coche y bailar con la chula en la verbena. Ella vuelve sola, tal vez él se animó demasiado con el peleón y quedó encerrado en la garita á disposición del juez de guardia, ó bien del boticario más próximo, para los efectos saludables del amoniaco. Y hasta otra tarde! Que al fin y al cabo, la fiesta de San Isidro no es una fiesta de tres al cuarto, y la animación de la Pradera no concluye con el día 15, sino cuando acaba la resistencia de los hijos de Madrid, rendidos á fin de mes por dos mortales semanas de tragos, baíleteos y merendonas. Composición y dibujo ÜG Huertas.

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