BLANCO Y NEGRO MADRID 01-04-1893 página 10
- EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
- Página10
- Fecha de publicación01/04/1893
- ID0005105959
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222 como huesecillos revueltos con granzas de paja- -Son restos humanos- -dice el gran escritor sencillamente ¿A quién pertenecieron? ¿Los poseyó un oprimido ó un opresor? ¿Reposa en ese estuche desgastado por los siglos un gran tirano ó un gran virtuoso? Nada queda; un montoncito blanco, estéril para los gusanos, é infecundo para las raíces, que acaso no hubiera vuelto á salir al sol si D. Eugenio no hubiera ido de gobernador á Sevilla Allí, en los incógnitos restos, existió un entendimiento, latió un corazón; ese polvo ha querido y ha odiado; tal vez fué una beldad, tal vez un guerrero, una matrona ó un joven ¡Inútil afán de la imaginación, empeñada en averiguar lo imposible! ¿Y para qué? Una vida que se apagó; lo transitorio y el no ser, eterno y perdurable Se necesita que Selles, que hace los honores de su casa con exquisita finura, le brinde á uno con un dedal de licor, para que el espíritu se arranque á la obsesión de ia urna romana Muéstrame su dueño la carta que justifica la autenticidad de los restos, y después continúa departiendo de letras sin sentarse Seguramente que D. Eugenio no romperá muchos pantalones por las posaderas Apenas usa el sillón, y va y viene por la estancia sin acertar á estarse quieto Así habla y así escribe... Todos sus dramas se han compuesto trajinando Cuando tiene que requerir la pluma, se inclina sobre cualquier parte de la mesa y continúa de pie- -Pero ¿no le dan á usted vértigos? -le pregunté yo al oirle. -Al contrario- -me respondió; -gracias á semejante ejercicio, me voy librando de la dispepsia Sobre la tabla de la chimenea, esperando la mano varonil, no de nieve, que ha de llevarlas á los labios, descansan en una cigarrera varias boquillas de puro, y lo que es más curioso, dos ó tres pipas de fogonero, tostadas y con señales de encenderse muy á menudo Selles adora el tabaco; es un devoto suyo épico, sibarita, entusiasta: no usa pitillos; cuando menos, tira de escogidos de veinte céntimos, y con frecuencia se permite ostentar en la boca un distinguido veguero con corbata Don Eugenio es de lo más corriente y llano que se conoce Su gran talento y su reputación no le han envanecido en lo más mínimo La carrera política ni la menciona Únicamente respecto al tabaco se acuerda de que ha sido gobernador, y fuma siempre en usía... ¿Cuándo emplea la hebra? ¿Tasca realmente entre su dentadura la germánica boquilla de madera ó de barro, terminada en fogón cubierto por la mano para avivar el fuego? Quizás lause en esas noches de vigilia en que tenga que abrir todas sus válvulas al sistema nervioso y diluir la inspiración en humo; en esas noches creadoras de las que resultan sus dramas admirables ¡Dios mío! ¿Habrá surgido El Nudo gordiano de una pipa? t J U A N LUIS LEÓN.