BLANCO Y NEGRO MADRID 01-04-1893 página 2
- EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
- Página2
- Fecha de publicación01/04/1893
- ID0005105951
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214 La desigaación de los centros militares ha promovido graves trastornos, graves protestas, graves conflictos Todo ello, después de todo, habla mucho en pro de las reformas. Porque prueba que los centros elegidos son verdaderos centros de gravedad. ¿Eepercutirá, en Madrid El beso dado en León? Es decir, ¿tendremos que lamentar alguna batalla en las calles si se encuentran aquí protestantes y ortodoxos, comisiones de gracias y comisiones de quejas, funcionarios que vienen á protestar y funcionarios que llegan á ofrecer un voto de gracias, si es que queda algún voto rezagado de las pasadas elecciones? De temer es que. si tan fatal encuentro se realiza, el hundimiento de la calle de San Bernardo sea nada al lado del que producirán tirios y troyanos al gritar viéndose enfrente: ¡Ábrete, tierra, y tráganos! Todos convinieron en que las reformas militares traerían cola. Y, en efecto, traen im rabo enorme, que es precisamente el que queda por desollar. Se encargarán de esta operación las Cortes, en cuanto se reúnan, ya que por ellas ha de pasar en última instancia el proyecto memorable. -Yo traigo una división- -gritará un diputado, -que, sin modestia, me parece preferible á la del Sr. Ministro. -Y yo otra mejor que la de Su Señoría. -Y yo otra incomparablemente mejor. Porque todos querrán echar el resto, ó mejor dicho, el cociente de la división territorial militar. ¿Y qué hace el Gobierno con tantas y tan diversas divisiones? ¿Echarlas á la calle? Eso sería un peligro para la paz pública. Lo mejor es echar suertes, y la que salga premiada, que sea admitida por todos. Que siendo los proyectos otras tantas censuras, lo mejor que puede hacer el Gobierno es sortearlas, como se sortean todas las dificultades. La Exposición Histórica y la Americana van á abrirse con nuevas vistas, como los panoramas acreditados. En vez de los objetos que se han remitido á Chicago para entretener á los yanlieea, tendremos preciosos envíos, que se apresuran á mandar lo mismo las Kepúblicas americanas que las ciudades españolas. ¡Hola! ¿Qué es eso? -decimos por la calle; ¿se ha adelantado San Isidro? -No, señor, si nosotros hemos venido con una cruz- ¿A cuestas? -Nada de eso; es para la Exposición Histórica; una cruz que vale cualquiera cosa, de oro puro. ¿Repujado? -No, señor; rempujado. ¿Cómo es eso? -Nada, que la empujaron los del ferrocarril, y la han hecho una abolladura. En algunas salas veremos notables variaciones. Algunos celadores se han prestado á hacer interinamente el papel de maniquíes, en sustitución de los verdaderos, que se han vendido para Ultramar, con motivo de la Exposición de Chicago. -Y aquello, ¿qué es? -diremos señalando una vitrina. -Una momia que ha venido nueva. ¡Está muy bien conservada! -No se burle usted; ¡pobrecilla! ¿Qué ha de estar bien conservada, si no tiene más que los huecos y el pellejo? Luía ROYO VILLANOVA.