BLANCO Y NEGRO MADRID 17-01-1892 página 8

40 BLANCO Y NEGRO. Apretón de manos por acá, abrazo por allá, ditirambo por aquí, adulación por acullá y coro general y empalagoso de los eternos agradadores de todos los Segismundos Todos habían previsto el éxito; para todos era segura garantía el nombre del autor, y asi se lo hacen saber de viva voz- -para que no le quede duda sobre el particular, -añadiendo de paso cuantos adjetivos caben en un éxito consumado. El autor sonríe modestamente, dalas gracias y procura hacerse el chiquito es decir esto último no lo procura nunca Vital Aza, porque seria inútil. Un observador atento y perspicaz puede ver en esos momentos las cosas, no como aparecen, sino como son. Allí hay sonrisas forzadas que cortan como navajas de afeitar; elogios desmesurados que son en el fondo sangrientas ironías; evocaciones del pasado que merman la alegría del presente; y, ante todo y sobre todo, muéstrase el siniestro é infalsificabie color de la envidia en los rostros de aquellos más expansivos y locuaces El éxito lo hace muchas veces el público, sin que á ello contribuya mucho ni poco el talento del autor. Es, pues, indudable que se puede conseguir el éxito sin tener talento. Para lo que se necesita un talento superior y una mano izquierda de primer orden, es para hacerse perdonar el éxito una vez conseguido. FRANCISCO FLORES GARCÍA. KA- E N UN Á L B U M Dulces y amorosos sueños De la TÍrgen candorosa Que tomáis en el espacio Blanca y delicada forma; Últimas emanaciones De la flor que se deshoja, Que os conTcrtis en el cielo En espíritus de aroma; Yo siento sobre mi frente Vuestras alas temblorosas, Y siento en los labios míos E l beso de vuestra boca. Lloráis para consolarme De mis pasadas congojas, Y ese llanto es el roclo Que se columpia en las rosas. Mas si queréis que no llore, Desde el cielo en donde mora, Si no al ángel que me inspira, Bajadme al menos su sombra. GASPAR N Ú Ñ E Z DE AECB. Inédita.