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ABC MADRID 11-11-2019 página 14
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ABC MADRID 11-11-2019 página 14

  • EdiciónABC, MADRID
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El cuento de la lechera de Tezanos y Redondo ha llevado a Sánchez a empeorar su resultado eNTRE su MasterChef demoscópico y su Rasputín de cámara convencieron al Pericles de Ferraz para repetir elecciones. Ojo de Águila Tezanos ¡que le ha dado 30 escaños de más en el CIS que pagamos todos! y Jugadas Redondo masajearon un ego ya de por sí superlativo. Así que el gran Sánchez lo vio claro: los españoles le proporcionarían una mayoría amplia, en justo premio a su porte progresista, sus proezas exhumatorias y su garboso álbum en Instagram. Pero parece que el plan no ha salido Redondo: gana los comicios de nuevo, sí, pero se deja tres escaños y complica aún más la formación de Gobierno (es de temer que intentará un "Frankenstein 2" con comunistas y separatistas, por eso en el debate, ante preguntas directísimas, no rechazó el apoyo de los sediciosos catalanes). Hay otro ego bulímico que sale también escaldado: Rivera. Si la Nueva Política ha llegado realmente para regenerar nuestra vida pública, hoy Albert debería estar haciendo la maleta y retornando a su pupitre en La Caixa. Lo que hizo fue convocar un congreso con posible aclamación a la búlgara, a lo Iglesias. Con una caída desde 57 escaños a 10, y tras una década larga al timón, no debería seguir. Cs necesita una cura de humildad, ponerse bajo la batuta de Arrimadas e iniciar un acercamiento al PP que culmine en una oxigenante fusión (que permitiría que alguna vez el centro-derecha derrote de nuevo al PSOE). El gran triunfador de la noche fue Vox, que suma 52 escaños partiendo de 24. Un éxito espectacular y esperado. Hay mucha gente legítimamente harta de los abusos y desórdenes del separatismo y ellos ofrecían la respuesta más contundente. Abascal logra un gran resultado, pero en realidad tiene cinco escaños menos de los que el ahora desahuciado Rivera disfrutaba en abril. Cautela con las euforias. El Congreso ya ha visto desfilar a muchos partidos gaseosa, empezando por la poderosa UCD. Al PP le han hecho "un Soraya": la misma jugada que hizo en su día el sorayismo alimentando a Podemos para mermar al PSOE, pero al revés. La crecida de Vox ha dejado al PP en 88 diputados. ¿Un buen resultado? Para apuntalar a su líder, sí. Para el partido, no: continúa a 32 escaños del PSOE. Con mucha calma, sin prisas, tal vez el PP tendrá que seguir buscando un nombre, probablemente de mujer. ¿Y cómo se gobierna esto? Mal. O "Frankenstein 2", o el PP hace un gesto de Estado y permite la investidura del PSOE, el ganador, previa exigencia a Sánchez de unos compromisos mínimos (respeto del marco económico de la UE, control fiscal y reponer el orden en Cataluña). La estabilidad de España pasaría porque PP y PSOE acometiesen una reforma electoral para favorecer las mayorías. O eso, o seguiremos en la chisposa embriaguez de los cócteles multisiglas. Una pregunta sencilla para acabar: ¿qué le arregla a España la crecida de Vox? Pasada su noche festiva, aquí ha vuelto a ganar Sánchez y la derecha suma 154 (añadiendo a CC y Navarra Suma), es decir, está a 22 de la mayoría absoluta. Si existe eso que Vox llama "la dictadura progre", parece que continuará un buen rato, merced a la gran idea de partir la derecha en tres. luis ventoso SOBREDOSIS DE EGO El establishment no tiene empacho en arrojar al cubo de la basura los partidos que antes encumbró José María Pemán lanzaba sus ironías sobre la consigna "cada hombre un voto", que el sufragio universal enarbola orgullosamente, considerándola una versión devaluada de ciertas tendencias filosóficas que gustan de sustituir la razón por la voluntad. En teoría, el sufragio universal sirve para determinar "lo que el país quiere". Pero el "querer" es una facultad bastante insegura: lo primero que quiere el hombre, nada más nacer, es la luna Y así hasta el día de su muerte, en que sigue queriendo cosas imposibles, como ir al cielo, habiendo sido más malo que la sarna. Por querer, la gente quiere muchas veces cosas quiméricas. De ahí que el sufragio universal proseguía Pemán haya sido siempre corregido por alguna "cautela extralegal". Antaño esa "cautela" eran el amaño y el fraude, el pucherazo, el escrutinio fantasioso, etcétera. Hoy esta cautela prosigue Pemán, con una clarividencia pasmosa es "eso que los sajones llaman un establishment, un entramado de intereses que eliminan la aventura y votan por la estabilidad". Este entramado de intereses, durante algún tiempo, logró que el "querer" de la gente no se saliese por peteneras, no se echase al monte, no se adentrase en barrizales peligrosos, mediante el invento del bipartidismo, que permitía unas votaciones muy pacíficas, como si la gente votara entre la Coca-Cola y la Pepsi-Cola. Pero el multipartidismo ha hecho añicos estas cautelas; y ahora las votaciones deparan resultados cada vez más amedrentadores para el entramado de intereses que forman el establishment, al que sólo le va quedando el recurso de repetir elecciones una y otra vez, como regurgitaciones de una deliciosa fabada, en la esperanza de que el pueblo vuelva al redil del bipartidismo, resignándose a elegir entre Coca-Cola y Pepsi-Cola. Este recurso desesperado, como se ha visto, de nada ha servido, salvo para que el doctor Sánchez acumule meses en La Moncloa, como quien acumula puntos con esas tarjetas que luego te permiten gorronear hoteles; y para que el "querer" de la gente, harto de Pepsi y de Coca-Cola, se decante hacia bebidas espiritosas que el establishment contempla con espanto. Resulta, además, muy aleccionador comprobar cómo, en su afán cada vez más desesperado por lograr que su entramado de intereses prevalezca, el establishment no tiene empacho en arrojar al cubo de la basura los partidos que antes encumbró, como ha hecho con Ciudadanos, al que dio alas con la intención de convertirlo en el partido bisagra del bipartidismo; y cuando su líder se rebeló contra tan penoso papelón, lo empujó al descrédito, haciendo creer a la "opinión pública" que sus votantes le demandaban "centralidad" (cosa que se ha probado falsa, pues todos los votos que ha perdido Ciudadanos los han ganado los partidos de derechas). Ahora el establishment intentará hacer algo parecido con el Partido Popular, para lograr que preste su apoyo al doctor Sánchez, siquiera con una abstención en la investidura; y en breve veremos a todos los tertulianeses y folicularios sistémicos pidiendo al Partido Popular este sacrificio por "grandeza política", "responsabilidad de Estado", "patriotismo" y demás gargarismos hipócritas. Si el Partido Popular hiciese tal cosa, se irá por la vía rápida a la basura cósmica, como ayer se fue Ciudadanos, que ahora ya sólo puede ser bisagrita de saldo; y Vox seguirá creciendo, desde el espléndido aislamiento que le ha decretado el establishment, que por mantenerlo allí recurrirá a todo tipo de "cautelas extralegales" de demonización. Si el Partido Popular se suma a ellas, habrá firmado su sentencia de muerte. el ángulo oscuro juan manuel de prada LAS CAUTELAS DEL ESTABLISHMENT ENHORABUENA PUEBLA Sin el actual líder socialista sería planteable un gran acuerdo entre PSOE y PP lAS elecciones celebradas ayer tienen dos perdedores clamorosos y una víctima. La víctima es España, que sale más enfrentada, más dividida, más ingobernable y más radicalizada aún de lo que estaba. Los perdedores no son otros que Albert Rivera y Pedro Sánchez. La permanencia del primero al frente de Ciudadanos es implanteable, tras haber hundido a la formación que él mismo alumbró. Su renuncia debería producirse hoy mismo, en favor de Inés Arrimadas, si es que ella tiene fuerzas para echarse esa tarea a la espalda. En cuanto a Pedro Sánchez, debería haber dimitido anoche si le quedara algo de vergüenza o alguna vez la hubiera tenido. El líder del Partido Socialista nos embarcó en una repetición electoral tan innecesaria como irresponsable, con el único objetivo de mejorar sus propios resultados y, con ellos, su posición negociadora. Ansiaba mandar en solitario y a ese propósito supeditó los intereses de la Nación e incluso los de su partido, que se ha dejado en ese camino suicida tres escaños, la mayoría absoluta que enía en el Senado y dos posibles socios de gobierno. ¿Alguien dentro del PSOE tendrá el coraje suficiente para exigir su cabeza? ¿Por ejemplo, Susana Díaz, que ha mejorado en Andalucía? Si él no da un paso atrás, cosa altamente improbable dada su personalidad narcisista, y nadie le obliga a abandonar el poder, nos esperan tiempos sombríos. Sin Sánchez, sería planteable, aunque ciertamente difícil de alcanzar, un gran acuerdo patriótico entre los dos partidos hegemónicos, forjado sobre la base de garantizar el respeto a la Constitución, frenar al independentismo, sacar adelante unos presupuestos capaces de combatir la crisis que se avizora y reformar la Ley Electoral para evitar futuros bloqueos. Con Sánchez, únicamente existen dos opciones, a cual peor: un ejecutivo Frankenstein, integrado por socialistas y podemitas, con Pablo Iglesias en la Vicepresidencia y el apoyo en el Congreso de ERC, Bildu, Torra y demás separatistas, evidentemente a cambio de un alto precio en términos de soberanía, o más bloqueo, más parálisis y vuelta a las urnas dentro de tres meses. O sea, susto o muerte. En el campo de los vencedores pírricos se sitúa en primer lugar el Partido Popular de Pablo Casado, que pasa de 66 a 88 asientos, sin por ello incrementar sus posibilidades de alcanzar La Moncloa. De haber logrado convencer a sus rivales en el centro-derecha para configurar una alternativa única agrupada en torno a España Suma, esa marca habría rozado la mayoría absoluta o incluso la habría superado. Pero tanto Ciudadanos como Vox prefirieron ir en solitario. La formación naranja ha pagado con la irrelevancia ese grave error de cálculo, unido a sus constantes bandazos. La que encabeza Abascal pasa de 24 a 52 y supera al PP en algunas provincias, lo que justifica su euforia. Ahora, sí, la ultraderecha irrumpe en el escenario español con una fuerza semejante a la que exhibe ya en países como Francia o Alemania, veremos con qué consecuencias. La primera es que el PP se queda sin margen de maniobra ante el socialismo sanchista, so pena de verse arrasado por esa marea verde. Casado tiene las manos atadas, a menos que quiera entregar el liderazgo de la oposición a Abascal. En el País Vasco se confirma la desaparición del centro-derecha nacional, mientras el PNV crece y los filoetarras de Bildu consiguen el quinto escaño. En Cataluña, ese espacio ideológico queda reducido a la marginalidad, ante el auge del independentismo más extremista y violento, encabezado por las CUP que desembarcan en Madrid. Nada que celebrar. ¡SÁNCHEZ, DIMISIÓN O DESTITUCIÓN! vidas ejemplares

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