ABC MADRID 04-11-2019 página 43

j. m. aguiló / Abc palma / madrid Una mujer brasileña de 37 años falleció ayer al mediodía en Palma al caerle encima la copa de una palmera mientras paseaba junto con su pareja y su hija por las inmediaciones del parque del Mar, en la cercanías de la catedral. Se trata de la única víctima mortal que ha dejado la primera borrasca de la temporada, bautizada Amelie por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Esta ha provocado fortísimas rachas de viento en el norte del país, y también en el archipiélago balear, donde llegaron a ser huracanadas, así como en un descenso drástico de la sensación térmica. La familia se dirigía a misa a la Seo. La niña, de 10 años, quedó en estado de shock tras presenciar lo ocurrido. La menor y la pareja de la víctima, un hombre de nacionalidad española y 39 años, necesitaron asistencia psicológica. Según fuentes municipales, la caída de las ramas de la palmera se produjo debido a las fuertes ráfagas de viento, de casi 90 kilómetros por hora, que azotaban la capital balear desde primera hora de la mañana. Como consecuencia del fuerte impacto de la parte superior de la planta contra la mujer, la víctima quedó inconsciente tendida en el suelo. Varios sanitarios testigos del accidente iniciaron de forma inmediata las maniobras de reanimación de la víctima. A los pocos minutos, llegó una ambulancia, cuyos facultativos prosiguieron con las maniobras. Sin embargo, dados los múltiples traumatismos que presentaba la mujer y la extrema gravedad de los mismos, no se pudo hacer nada por salvar su vida y falleció en el mismo lugar del accidente. La Policía Nacional ha iniciado ya una investigación para intentar determinar las causas exactas del suceso. Por su parte, desde el Ayuntamiento de Palma informaron ayer de que técnicos de Parques y Jardines se desplazaron hasta el lugar de los hechos y restringieron el acceso a la zona, que fue acordonada. El citado espacio quedará cerrado al público hasta que los técnicos municipales hayan evaluado el estado del resto de los árboles que se encuentran ubicados en el centro histórico de la capital balear. En la cornisa cantábrica Precisamente el archipiélago balear fue uno de los focos donde golpeó con fuerza Amelie, que causó el aviso rojo (riesgo extremo) por fuerte oleaje y viento en la cornisa cantábrica. Diversas poblaciones de Asturias, Cantabria y País Vasco dan fe de la virulencia del temporal. De hecho, el paisaje tras el paso de la borrasca fue de decenas de carreteras cortadas por la caída de árboles, ramas tendidas en el asfalto y varios tejados arrancados de cuajo por las fuertes rachas de viento, que llegaron a marcar picos de 156 kilómetros por hora en la Punta Estaca de Bares, en La Coruña, y de 169 kilómetros por hora en el cabo Matxitxako, en Bermeo (Vizcaya). Según informa "El Comercio de Gijón", las rachas fueron de hasta 130 kilómetros por hora en el Principado de Asturias. El Servicio de Emergencias regional recibió más de 700 llamadas y la Aemet mantuvo activo durante todo el día el aviso naranja por olas que alcanzaron hasta siete metros de altura. Las incidencias se contaron por cientos, como también ocurrió en las comunidades vecinas. En Cantabria, el viento dejó rachas de 123 kilómetros por hora. En la capital santanderina varios andamios cayeron a la vía pública; así como una farola sobre un coche en Laredo; dos árboles cortaron una calzada en Guriezo; y un tendal voló, entre decenas de incidencias. Guipúzcoa, dañada El litoral guipuzcoano sufrió aún más el embate. La mayoría de las incidencias se debieron a caídas de árboles, que motivaron cortes en varias carreteras y líneas ferroviarias y también afectaron al suministro eléctrico en algunos barrios de la localidad alavesa de Artziniega, informó el departamento vasco de Seguridad. Además, se cuantificaron desprendimientos de fachadas, canalones, tejados y antenas, entre otros elementos. En el barrio bilbaíno de Deusto se vino abajo la fachada de un edificio, así como una carpa en Bakio, dañando varios vehículos. Vientos huracanados en Mallorca provocan la muerte de una mujer La borrasca Amelie deja fortísimas rachas y oleaje en el norte y el archipiélago bale Primera borrasca Fuerte oleaje El mar Cantábrico embraveció ayer (en la imagen, la localidad cántabra de Castro Urdiales), y llegó a alcanzar olas de siete metros de altura frente a las costas de Asturias, Cantabria y País Vasco. Las localidades costeras sufrieron desperfectos en los paseos marítimos y en el mobiliario urbano. Nueva temporada Bernardo, Cecilia, Daniel, Elsa, Fabien, Gloria, Herve, Inés, Jorge, Karine, Leon, Myriam, Norberto, Odette, Prosper, Raquel, Simon, Teresa, Valentín y Wand serán las siguientes borrascas de la temporada 2019-20 para la Aemet y que ha comenzado el 1 de noviembre. fotos: EFE El entorno de la catedral de Palma, acordonado tras la muerte de una mujer de 37 años al caerle la copa de una palmera debido a fuerte viento registrado