ABC MADRID 01-10-2019 página 14

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), existen tres tipos de indicadores de salud: indicadores generales, como la esperanza de vida o la mortalidad infantil, y dos indicadores más específicos, como los medioambientales entre los que se encuentran el abastecimiento del agua o la contaminación atmosférica, etcétera y los sanitarios, relacionados con los medios y recursos de los que dispone el sistema sanitario y el uso y la eficiencia de los mismos. Un año más, el Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS), el mayor aglutinador del tejido empresarial sanitario español y el máximo representante de la sociedad civil cualificado, ha presentado a través de su informe RESA los resultados sanitarios acumulados del sector sanitario privado. Más de 325 hospitales privados han aportado datos de accesibilidad, resolución, eficiencia y seguridad del paciente, sobre más de 4,5 millones de urgencias, 850.000 intervenciones quirúrgicas y más de 1,3 millones de ingresos hospitalarios. Lo primero que viene a la cabeza, más allá de la calidad asistencial con que se presten los servicios y que queda demostrada en los datos del informe, es ¿qué pasaría en nuestro estado de bienestar si mañana, como quisieran algunos, todos estos datos dependieran exclusivamente del Estado? El sector privado trata con este informe y su presentación pública de promover la mejora continua en el sector sanitario privado, y con ello estimular y concienciar a los responsables del sistema sanitario público de que cualquier sistema construido sobre la base de un modelo que no mide nada y deja sus avances únicamente en manos de la actitud de profesionales abnegados, hastiados con los trámites administrativos del sistema y mal pagados, no es un sistema competitivo. Y a pesar de que a día de hoy el sector privado sigue invirtiendo en tecnología e innovación, no puede ser suficiente para suplir la labor que, de forma mayoritaria, debe hacer y financiar el Estado para poder estar a la altura de los países de nuestro entorno. Todos los sistemas del mundo con índices de cobertura amplios y alcance universal para toda la población tienen su base en una financiación pública suficiente, con independencia del modelo de gestión que tenga proveedores privados o públicos. Y aquellos sistemas en los que la financiación del Estado no es suficiente o no alcanza a toda la población, como es el caso de Estados Unidos, hace que una parte de la población esté sin cobertura o con coberturas muy básicas, con unas consecuencias que serían inadmisibles en las sociedades socialdemócratas europeas. En España, donde la demagogia se mueve como pez en el agua, nuestros representantes políticos lo dejan todo en manos de los indicadores de salud, como la esperanza de vida, que tratan de hacer pasar por indicadores del funcionamiento de nuestro sistema sanitario y así justificar sus resultados. Con ello, se da una patada para adelante a los problemas que se tienen que afrontar, y que venga el siguiente a arreglarlo. La realidad es que ya está siendo tarde, y difícilmente podremos coger el tren de la innovación y la transformación que hay en otros países de nuestro entorno. Un par de datos históricos para que se tengan en cuenta. A comienzos del siglo XX, en 1900, la esperanza de vida apenas llegaba en nuestro país a los cuarenta años. No fue hasta los años 60 cuando empezó realmente la revolución de la medicina y ya para entonces la esperanza de vida alcanzaba los setenta años. A partir de entonces la gran mayoría de la mejora en los incrementos de esos indicadores generales de salud y que han hecho que la esperanza llegue a los más de ochenta años en la actualidad se ha debido a los avances en la investigación farmacéutica y tecnológica, a la cual en nuestro país no hacemos más que machacarla a costa del recorte fácil para buscar el ahorro, bajo la premisa de que el ánimo de lucro en Sanidad en otros sectores, no es malo, sin valorar las consecuencias que tiene para nuestro desarrollo y nuestra industria el hecho de que se recorte la inversión en innovación e investigación, que es el verdadero pilar sobre el que se debería de apuntalar el crecimiento económico. Estamos en un momento en el que nuestro Sistema Nacional de Salud se juega la carrera de su supervivencia. Cualquier sistema que no mide no puede ser competitivo. Cualquier sistema que no es competitivo no puede mejorar y está condenado al fracaso. Lo grave del asunto es que los fracasos hablando de salud afectan a todos y sus consecuencias ya no tienen marcha atrás. Juan Abarca Cidón es presidente del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad "Nuestro Sistema de Salud se juega la carrera de su supervivencia. Cualquier sistema que no es competitivo no puede mejorar y está condenado al fracaso" RESULTADOS SANITARIOs Y ESTADO DE BIENESTAR tribuna abierta efe Laboratorio de investigación médica POR juan abarca cidón El tamaño importa Escribo para comunicar una grandísima injusticia que se da en nuestro país y que es tolerada despóticamente por la Administración. En España se exige una talla mínima para entrar la Policía Nacional (165 centímetros para hombres y 160 para mujeres), para la Guardia Civil (cinco centímetros menos) y, a nivel autonómico, la Ertzaintza y los Mossos dEsquadra exigen también una estatura de al menos 1,65 metros a los hombres y 1,60 metros a las mujeres. No tiene sentido exigir esto teniendo en cuenta que en la Policía hay muchos puestos en los que la fuerza física no es necesaria, como en atención al ciudadano, documentación, Policía científica, regulacion de tráfico, etcétera. Esta talla mínima resulta irracional y vulnera artículos de la Constitución y de la Declaración Universal de Derechos Humanos. juan gabriel mateu la mojonera (almería) Carta a Greta Thunberg Querida Greta, ante todo te doy las gracias porque has conseguido convertirte en un revulsivo mundial sobre la conservación de los bienes de la naturaleza, heredados de nuestros mayores. Vivo en la ciudad de Madrid, donde su clemente climatología (comparada con la de tu querida Suecia) permite que cada día multitudes de jóvenes acudan a menudo a parques o jardines públicos y que, con la excusa de la convivencia, consuman bebidas alcohólicas en grandes cantidades, dejando tras de ellos miles de botellas y latas vacías. Vivo en un barrio de clase media, antes modélico y ahora sembrado de envases, sobres o envoltorios de las cosas que beben o consumen principalmente esas generaciones anteriores y posteriores a ti, y que se podrían llamar pre y pos-Greta, de los cuales seguro que gran cantidad han participado de las manifestaciones de estos días convocadas en tu nombre. Por favor, alza la voz en esas direcciónes y, a los que sí recogemos y reciclamos, anímanos. Antonio Caballos García madrid CARTAS AL DIRECTOR Pueden dirigir sus cartas y preguntas al Director por correo: C/Juan Ignacio Luca de Tena 7. 28027 Madrid, por fax: 91 320 33 56 o por correo electrónico: cartas@abc.es. ABC se reserva el derecho de extractar o reducir los textos de las cartas cuyas dimensiones sobrepasen el espacio destinado a ellas. El factor humano