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ABC MADRID 01-08-2019 página 36
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ABC MADRID 01-08-2019 página 36

  • EdiciónABC, MADRID
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Ángel Gómez fuentes Corresponsal en roma Por primera vez en Italia, el Comité nacional para la bioética, máximo organismo consultivo del gobierno sobre moral y ética, abre la puerta a la legalización del suicidio médicamente asistido, es decir a proporcionar los medios necesarios para que una persona de forma voluntaria termine con su vida tras dar su consentimiento. Este organismo defiende que esta vía no puede entenderse como una legalización de la eutanasia, en la que la muerte provocada puede ocurrir con o sin el consentimiento del paciente. Se vuelve abrir así en Italia una eterna polémica, que al menos desde hace una docena de años divide a la opinión pública y a la política, hasta el punto de que el Parlamento se ha visto incapaz de legislar sobre el tema, siendo especialmente manifiesta la oposición de muchos católicos. Teniendo en cuenta la división y polémica que el suicidio médicamente asistido ha creado en el país, la decisión del Comité de Bioética se considera un paso muy importante y de cierto coraje. La decisión, después de un año de estudio, se ha adoptado con cierta división entre sus miembros 13 votos a favor y 11 contrarios, reconociendo que "la cuestión del suicidio asistido presenta una serie de problemas y de interrogantes a los que no es sencillo dar una respuesta". El Comité de Bioética admite que en su seno han surgido "divergentes posiciones", pero confirma la necesidad de aclarar que el "suicidio asistido no es eutanasia". Se distingue de la eutanasia en que el interesado en cumplir el último acto para causar la propia muerte, debe contar con la colaboración de otra persona en la mayoría de los casos con un médico o enfermera que prescribe o le proporciona el fármaco respetando las rígidas condiciones de la legislación. La clave está en que debe existir la voluntad de la persona para suicidarse, sin que se ejerciten presiones sobre su autonomía. En Europa, el suicidio asistido está legalizado en Holanda, Bélgica, Luxemburgo y Suiza. El presidente del Comité de Bioética, el jurista Lorenzo D Avack, ha explicado que han surgido tres diferentes corrientes de opinión entre sus miembros: "Una netamente contraria, que reafirma la inviolabilidad de la vida. Una posición intermedia, que da la alerta sobre los riesgos de legislar sobre este tema y pide incrementar las curas paliativas. Y una tercera, con el mayor número de firmas, favorable a la legalización del suicidio asistido". En concreto, 13 de los miembros del Comité son favorables a la legalización del suicidio médicamente asistido, partiendo del presupuesto que el valor de la tutela de la vida esté equilibrado con otros bienes o valores constitucionalmente relevantes, como la autodeterminación del paciente y la dignidad de la persona. Frente a esta opinión, otros 11 miembros del Comité de Bioética están convencidos que no es legítimo decidir cuándo terminar la propia vida e interrumpir los sufrimientos. "La defensa de la vida debe ser afirmada como principio esencial en biótica", afirman. Esta es también la posición de la Iglesia católica, que se opone al suicidio asistido: "La vida es un Dios de Dios que hay que custodiar en su paso terrenal. La posición de la Iglesia es clara: se trata de un no claro y decidido a la eutanasia y todo lo que se le parezca", ha manifestado el obispo Antonino Raspanti, vicepresidente de la Conferencia episcopal italiana. Las reflexiones del Comité de Bioética se producen a petición del Tribunal Constitucional, tras un célebre caso que dividió a la sociedad italiana. En febrero 2017, el conocido Dj Fabiano Antoniani, milanés de 39 años, tetrapléjico y ciego después de un accidente de tráfico que sufrió en el 2014, murió en una clínica de Zurich (Suiza) con suicidio asistido, pagando 10.000 euros. Se suicidó con un fármaco letal proporcionado por los médicos. Le acompañó por Marco Cappato, exdiputado radical y exeuroparlamentario, promotor de la campaña para la legalización de la eutanasia legal. Contra él se abrió un proceso porque, según el artículo 580 del Código penal italiano, el radical Cappato cometió el delito de instigación o ayuda al suicidio. Pero el Tribunal de Milán suspendió el proceso y pidió el parecer del Tribunal Constitucional, que invitó al Parlamento a legislar antes del próximo 24 de septiembre, una petición que cayó en el vacío. En la Cámara no hay mayoría para aprobar una ley. El gobierno de Salvini abre la puerta a legalizar el suicidio asistido en Italia El comité de bioética italiano aprueba que se ayude a morir con apoyo médico en una votación muy ajustad María José Carrasco El marido que ayudó a morir a su mujer y lo grabó en vídeo Ángel Hernández ayudó a morir a su mujer, María José Carrasco, que estaba enferma desde hace tres décadas de esclerosis múltiple y dependiente de su marido. La enferma había pedido a su esposo que la ayudara a morir y así quedó recogido en un vídeo, grabado por el matrimonio, en el que María José constata su firme decisión de morir. Ángel Hernádez fue detenido, pero posteriormente quedó en libertad. abc María José Carrasco Casos para la polémica Noa Pothoven Una joven de 17 años organiza su suicidio en Holanda Noa sufría estrés postraumático, depresión y anorexia como consecuencia de las agresiones sexuales que había sufrido de pequeña y que ocultó durante años por vergüenza. A los 17 años, decidió dejar de comer y de beber. Un equipo médico la asistió en su suicidio. "Después de muchas conversaciones y revisiones se ha decidido que seré liberada porque mi sufrimiento es insoportable". Murió en junio de este año. abc Noa Pothoven El caso Antoniani El conocido DJ italiano abrió el debate tras quedar tetrapléjico y viajar a Suiza a morir

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