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ABC MADRID 25-12-2018 página 5
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ABC MADRID 25-12-2018 página 5

  • EdiciónABC, MADRID
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ABC MARTES, 25 DE DICIEMBRE DE 2018 abc. es ENFOQUE 5 Exterior de la cúpula de San Pedro del Vaticano, con el árbol de Navidad en primer plano AFP Misa del Gallo en el Vaticano El camino hacia Belén es cuesta arriba JUAN VICENTE BOO Celebrar la Navidad en Roma y cerca del Papa es una experiencia que dilata el corazón. La ciudad está más hermosa que nunca y la Misa del Gallo en la basílica de San Pedro tiene un sabor único, el de estar en el corazón palpitante de la cristiandad. Pero Francisco recordaba anoche, que Jesús nació en otro lugar, en Belén, cuyo nombre significa casa del pan y en esa casa convoca hoy el Señor a la humanidad Por desgracia, no es fácil celebrar allí la Navidad y, en una homilía muy intimista, el Papa afirmaba que queremos ir a Belén en un plano exclusivamente espiritual. Pero tampoco es fácil llegar desde un punto de vista emocional pues, según explicaba, el camino también hoy es cuesta arriba: se deben superar los altos del egoísmo, es necesario no resbalar hacia los barrancos de la mundanidad y el consumismo Como siempre, el Santo Padre invitó a amar sin medida y a compartir, pero en momentos señalados como la misa de anoche, suele pasar a la oración personal. Y hacia el final de la homilía comenzó a hablar en pri- mera persona: Quiero llegar a Belén, Señor, porque es allí donde me esperas. Y darme cuenta de que tú, recostado en un pesebre, eres el pan de mi vida A lo largo de estas seis últimas Navidades, mucha gente se ha dado cuenta de que Francisco mira y besa la imagen del Niño Jesús de un modo muy tierno, muy especial. Anoche la miraba y, en una reflexión eucarística, le decía: Necesito la fragancia tierna de tu amor para ser, yo también, pan partido para el mundo. Tómame sobre tus hombros, buen Pastor: si me amas, yo también podré amar y tomar de la mano a los hermanos El trabajo de Papa es el más difícil del mundo y supone recibir en cada jornada un chaparrón de disgustos y alegrías capaces de desestabilizar a cualquiera. El año 2018, que está en sus compases finales, ha sido el más duro del pontificado, con el riesgo de distraerse de lo esencial. Si Francisco hubiera cruzado anoche la plaza de San Pedro, hasta las gaviotas que la sobrevuelan atraídas por la luz le hubiesen recordado al Pescador de Galilea. Pensando en aquel hombre tan generoso como impulsivo, que cometía errores, pero sabía pedir perdón, el Papa terminó su oración personal reflexionando sobre unas palabras de Pedro a Jesucristo resucitado, precisamente cuando le confirmaba en la tarea de cuidar de sus hermanos: Será Navidad, cuando podré decirte: Señor, tú lo sabes todo, tú sabes que te amo SOCIEDAD

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