ABC MADRID 08-12-2018 página 14

14 OPINIÓN CARTAS AL DIRECTOR Don Juan Carlos Respeto y ternura inspiraba ver al Rey Juan Carlos en la celebración del cuarenta aniversario de la Constitución. A su lado, la Reina Sofía. Él fue el principal activo de aquella ejemplar Transición que ahora mediocres personajes cuestionan. La memoria es ingrata, pero vergüenza da ver en el Congreso escenas callejeras, tan lejos de aquel hemiciclo plural pero respetuoso en las formas. Ahora se azuza a jóvenes a participar en algarabías que sólo crispan los ánimos y no aportan nada a la sociedad. Únicamente su propio fracaso. MARÍA MARTÍNEZ ARCONADA BURGOS SÁBADO, 8 DE DICIEMBRE DE 2018 abc. es opinion ABC TRIBUNA ABIERTA LA CONSTITUCIÓN DE 1978, UN ÉXITO HISTÓRICO POR ESPERANZA AGUIRRE Es posible que la letra de algunos de sus artículos sea mejorable. Pero lo que nadie puede mejorar es ese espíritu de acuerdo que inspiró la elaboración del texto ACE ahora cuarenta años que los españoles votamos en referéndum por una aplastante mayoría la Constitución española. En cuarenta años han pasado muchas cosas en España y en el mundo, y en la vida de los españoles, en la vida de los que teníamos edad para votar aquel 6 de diciembre y de los que ya han nacido y crecido protegidos por ese texto capital para la vida de España. Han pasado cuarenta años y el aprecio y la admiración que provoca en España y en el resto del mundo nuestra Constitución no ha dejado de crecer. Porque, y no es una frase hecha, la Constitución del 78 es el marco que ha proporcionado a los españoles los años de más libertad y más prosperidad de nuestra Historia, sin discusión alguna. La admiración que provoca en propios y extraños se debe al espíritu emocionante que animó a los responsables de todas las fuerzas políticas en aquellos meses decisivos en los que se elaboró el texto constitucional. Por primera vez en nuestra larga historia constitucional, que empieza en 1812 en Cádiz, los políticos españoles quisieron una Constitución para todos, no quisieron un texto para tirárselo a la cabeza los unos a los otros. Como, desgraciadamente, había ocurrido siempre. En el 78 los políticos fueron capaces de hacer algo que todavía nos emociona: dejar de lado sus programas de máximos para alcanzar un acuerdo que sirviera para que todos tuvieran cabida dentro de ese texto. La generosidad que demostraron fue ejemplar y por eso merecen nuestro más absoluto agradecimiento. Esa generosidad de todos, ese afán por conseguir que todas las concepciones políticas democráticas tuvieran la posibilidad de desarrollarse bajo el manto constitucional, es la clave del espíritu que inspiró a los ponentes y a los parlamentarios de entonces. Y ese espíritu de convivencia, de reconciliación, de ánimo de cerrar una historia de siglo y medio convulso, es el eje central de la Constitución del 78. Porque allí estaban muchos de los que habían vivido en primera persona la peor de esas convulsiones, la Guerra Civil, y sabían que era su deber dejar a las generaciones siguientes un futuro sin odios ni exclusiones. Es posible que la letra de algunos de sus artículos sea mejorable. Pero lo que nadie puede mejorar es ese espíritu de acuerdo que inspiró la elaboración del texto. Un espíritu de concordia y de fraternidad que se hace aún más admirable cuando vemos algunos comportamientos políticos de los últimos tiempos. El pacto del Tinell en 2003 o la nefasta Ley de Memoria Histórica de 2007 son dos buenos ejemplos de cómo algunos han intentado acabar con aquel espíritu que impregnó nuestra bendita Constitución de 1978. Sin embargo, hay que esperar que el afán de concordia de los españoles esté siempre por encima de las maniobras sectarias de los políticos que quieren olvidar que el admirable espíritu del 78 está en la base de nuestra libertad y de nuestra convivencia. ESPERANZA AGUIRRE GIL DE BIEDMA ES PATRONO DE FUNDACIÓN ESPAÑA CONSTITUCIONAL Y FUE MINISTRA DE EDUCACIÓN, CULTURA Y DEPORTE (1996- 1999) Títulos inexplicables ¿Sería posible que los padres de Su Majestad el Rey fueran tratados como el Rey Don Juan Carlos y la Reina Doña Sofía, en vez de ese inexplicable emérito Somos muchos los que lo agradeceríamos. ANTONIO ERASO MADRID H Reclamar el Tratado de Utrecht Cuando el antecesor de nuestro Jefe del Estado, el Rey Felipe V, se vio obligado a firmar el vejatorio Tratado de Utrecht, la isla de Menorca y el peñón de Gibraltar fueron cedidos para siempre a la pérfida Albión en inolvidable denominación de Matías Prat padre. Menorca pudo ser prontamente recuperada, pero Gibraltar continúa como una torre infiel como se cantaba en mi juventud, más de tres tristes siglos. Monarquías, repúblicas, gobiernos de uno u otro signo, todos han reclamado su devolución; todos la reclaman. Y hasta 1985 estuvo aislada del resto de la península. Y es que el dichoso y triste Tratado no le concede ninguna tierra, ninguna comunicación por tierra, salvo caso de extrema necesidad humanitaria. El Tratado concede a Inglaterra la ciudad, castillos, puerto, defensas y fortalezas Nada más; nada menos. Pero no se conformaron con eso. En 1938, aprovechándose de nuestra Guerra Civil, se apoderaron de la lengua de tierra para construir su aeropuerto. Y declaran como suyas tres millas náuticas, ocupando así la mayor parte de la bahía de Algeciras. También ocupan nuestro espacio aéreo, todos los días (según la dirección del viento) Impunemente. Durante los años 70 del pasado siglo los buques de la Armada Española, al atravesar el Estrecho, tenían orden de fondear en la bisectriz de la bahía. Indefectiblemente aparecía una patrullera británica diciendo que estaban en aguas británicas. La respuesta de algunos de nuestros comandantes no se puede repetir aquí... Las únicas aguas que desgraciadamente aun son británicas son las del propio puerto gibraltareño. Ni una gota de las de la bahía de Algeciras. Hace unos días, una corbeta española, navegando por aguas españolas según el Tratado de Utrecht tocando el Himno Nacional, provocó una reacción diplomática de parte de los usurpadores. Quiero que le conste al comandante de la diana la solidaridad y el apoyo de los españoles de bien. Y, supongo, del Gobierno. CARLOS LEÓN ROCH CARTAGENA Para ser feminista Para ser feminista no necesitas tener pelo en las axilas. Para ser feminista no necesitas enseñar tus partes íntimas. Para ser feminista no necesitas subir imágenes provocativas diciendo que todo es normal y que nadie debe alterarse. Para ser feminista, debes saber que se busca el respeto de la mujer en la sociedad y la igualdad. El problema reside en nosotras, porque debemos valorarnos para que nos valoren. Creo que para conseguir algo deberíamos realizar acciones diferentes que abrieran los ojos a la sociedad. Acciones donde se nos valore como iguales a los hombres, acciones que muestren unos valores y una inteligencia igual a la del hombre. Pero si solo mostramos estas acciones, ¿realmente conseguiremos lo que queremos? JUDITH CALSINA JAÉN CASTELLDEFELS (BARCELONA) Manifestación feminista ABC Pueden dirigir sus cartas y preguntas al Director por correo: C Juan Ignacio Luca de Tena 7. 28027 Madrid, por fax: 91 320 33 56 o por correo electrónico: cartas abc. es. ABC se reserva el derecho de extractar o reducir los textos de las cartas cuyas dimensiones sobrepasen el espacio destinado a ellas.