Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
ABC MADRID 28-11-2018 página 13
ABC MADRID 28-11-2018 página 13
Ir a detalle de periódico

ABC MADRID 28-11-2018 página 13

  • EdiciónABC, MADRID
  • Página13
Más información

Descripción

ABC MIÉRCOLES, 28 DE NOVIEMBRE DE 2018 abc. es opinion OPINIÓN 13 UNA RAYA EN EL AGUA EL RECUADRO ANTONIO BURGOS ELECCI... ¿QUÉ? De 1977 a esta parte no he visto menor interés de los andaluces como por las elecciones autonómicas del domingo OMO la presidencia de la Junta de Andalucía está en el Palacio de San Telmo, la antigua Corte Chica de los Montpensier, donde una dalia cuidaba Sevilla me he acordado del Romance de la Reina Mercedes del poeta Rafael de León, que fue el neopopularismo de la Generación del 27, a la que pertenecía sin que nadie se lo reconociera, hecho copla. El verso de ese Romance que he recordado ha sido: Y lo mismo que una lamparilla se fue apagando... No la soberana, sino la soberanía autonómica del pueblo andaluz. Que cada vez, por cierto, dudo más de que exista como tal pueblo. Una cosa es la población de una región y otra muy distinta un pueblo: los Andaluces, levantaos del himno parece que hace ya muchos años que se han vuelto a sentar. Lo mismo que una lamparilla se ha ido apagando el sentimiento de los andaluces por su tierra, la ilusión de las manifestaciones del 4 de Diciembre de 1977, cuando, a falta de himno, que aunque existía nadie se lo sabía, cantaban el Viva mi Andalucía de José Manuel Moya y Aurelio Verde: Andalucía, guapa, mujer morena, despierta que eres libre de tus cadenas Por no salir de la poesía cantada, de la sevillana al bolero, ya todo aquello pasó, todo quedó en el olvido como en el verso de Carmelo Larrea. Como pasó y se apagó como una lamparilla la reivindicación de protagonismo político que supuso el referéndum de iniciativa autonómica del 28 de febrero de 1980, cuando los andaluces, en las urnas, no quisieron ser menos que nadie, que hubiera (como las ha terminado habien- C do) nacionalidades de primera y regiones de segunda. Conviene recordar la verdad histórica, memoria que ahora le llaman a la utilización de sólo una mitad fratricida, y decir que aquel referéndum se perdió. Almería quedó descolgada, quería entonces lo que ahora muchos piden: que ni la Enseñanza ni la Sanidad dependieran del nuevo centralismo que se inventó en Sevilla, sino de Madrid, de una única nación española. Por muchos debates a cuatro de tres al cuarto que haya en la TV y muchas encuestas que saquen con su sorpresa incluida, de 1977 a esta parte no he visto menor interés de los andaluces por sus asuntos como por las elecciones autonómicas del domingo. Muchos ni saben que hay elecciones, a pesar del machaqueo del No- Do del Régimen, de Canal Sur; y a pesar del pleno funcionamiento de la ingente maquinaria de poder y de propaganda en que se ha convertido la mayor empresa de Andalucía, que es la Junta. Elecci... ¿qué preguntan muchos. Otros, más cínicos, añaden: ¿Elecciones para qué, si en Andalucía siempre las gana el PSOE? Y a eso voy. A pesar del mayor escándalo de corrupción que vieron los siglos, como fue la mangoleta de los ERE; a pesar de la millonada de dinero público hurtada incluso a los parados; a pesar de que haya dos expresidentes, dos, Chaves y Griñán, sentados en el banquillo, la gente está convencida de que el PSOE vuelve a ser el partido más votado. Poco importa que sea el radical PSOE de Sánchez, el ocupa de La Moncloa y del Flacón, o el moderado PSOE de Susana. Para la Andalucía profunda, el voto conservador, el que no quiere aventuras, se llama PSOE. Años les ha costado conseguirlo, y muchos millones de los contribuyentes, pero lo han logrado plenamente, a pesar del farol de cola europeo en paro y en fracaso escolar, entre otros datos que siguen haciendo de Andalucía aquel Tercer Mundo al que dediqué un libro cuando no había conciencia ni orgullo de ser de esta tierra privilegiada. Han conseguido que la gente identifique a Andalucía con la Junta, y a la Junta con el PSOE, y al PSOE, con el presidente de turno, haya metido la mano en el perol o no. Igual que saben que cada día se pone el sol, se resignan a que el PSOE una y otra vez sea inevitablemente el partido más votado por su propio Régimen. Y con los candidatos que esta vez tiene Susana frente es que, ay, ni te cuento. IGNACIO CAMACHO AUTOINDULGENCIA Borrell es el séptimo ministro cuestionado por sospechas éticas. Sin contar al propio Sánchez con su tesis fullera B JM NIETO Fe de ratas ORRELL es de largo el mejor y más presentable ministro de este Gobierno prematuramente desgastado. Tiene un currículum político sólido y amplio, prestigio europeísta y un concepto igualitario, casi jacobino, de la nación de ciudadanos. Pudo ser el líder del PSOE frente a Aznar de haberle perdonado González el pecado de soberbia de desafiarlo. Su presencia proporciona al Gabinete un anclaje de respetabilidad de la que no anda sobrado, aunque los tratos de Sánchez con los independentistas le obliguen a tragarse más de un sapo. Catalán irrenunciable, siempre ha lucido eso que se llama sentido de Estado, motivo por el que el separatismo más gamberro lo ha convertido en diana de sus dardos. Su nombramiento fue, en suma, un acierto en medio de un cúmulo de fracasos. Pero la Comisión del Mercado de Valores le ha puesto una multa de treinta mil euros por utilizar información privilegiada de una empresa en la que era consejero. Cuando Abengoa amenazaba quiebra, se deshizo de un paquete de acciones aprovechando el conocimiento de la situación financiera al que su cargo le daba acceso. Eso se llama tráfico de influencias; en román paladino, beneficiarse de las ventajas del puesto. Es cierto que el montante de la operación irregular alcanzaba muy poco dinero, pero lo relevante del caso no es la cantidad sino el hecho; resulta odioso recordar que la malograda Rita Barberá fue acusada de blanqueo por cambiar dos billetes de quinientos. Esa sanción cuestiona la permanencia de Borrell en el Ministerio tanto como el apoyo de su jefe retrata la flagrante evidencia de un doble rasero con el que el presidente mide su proclamada voluntad de dar ejemplo. Si se tratase de un político del PP no tendría dónde esconderse para salir del aprieto. Sucede que no es la primera vez que afloran máculas en este equipo gubernamental de traza tan autosatisfecha. Tampoco es la segunda, ni la tercera, ni la cuarta, ni la quinta, ni la sexta. A saber: Pedro Duque y Nadia Calviño crearon sociedades fiscales interpuestas muy parecidas a la que le costó la dimisión a Màxim Huerta. Isabel Celaá posee varias viviendas familiares no declaradas en el registro de transparencia. Carmen Montón tuvo que dejar su cartera por falsear su experiencia académica y Dolores Delgado quedó en entredicho por su francachela con un policía implicado en actividades deshonestas. Con el titular de Exteriores, Sánchez tiene siete miembros de su dream team más de un tercio del total bajo sospecha. Que son ocho si se computa su tesis fullera, ese ejercicio de corta y pega que no admitiría ninguna universidad seria. De ellos sólo dos entregaron su cabeza; el resto continúa en manifiesto incumplimiento de sus propias reglas éticas. Acaso el verdadero mensaje implícito en esta resistencia consista en la relativista dispensa moral que protege a cualquiera que se declare de izquierdas.

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.