ABC MADRID 16-11-2018 página 102

VIERNES 16.11.2018 Editado por Diario ABC, S. L. Juan Ignacio Luca de Tena, 7, 28027 Madrid. Diario ABC, S. L. Reservados todos los derechos. Queda prohibida la reproducción, distribución, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta publicación, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa. Número 37.577 D. L. I: M- 13- 58 Apartado de Correos 43, Madrid. Teléfono de atención 901 334 554. Centralita ABC 91 339 90 00. EL PULSO DEL PLANETA VISTO Y NO VISTO El club más exclusivo cambia de cara Annabel s, desde 1963 punto de encuentro de la élite londinense, traslada su sede y se desprende de los enseres del pasado IGNACIO RUIZ- QUINTANO MOVILIZACIÓN Merkel, Macron y Borrell se perfilan como el pelotón spengleriano que salvará la civilización de Bruselas E ANA MELLADO C irculan cientos de anécdotas sobre lo que han silenciado las paredes del mítico club Annabel s, desde que abrió sus puertas en 1963, en un sótano del número 44 de Berkeley Square, en el elitista barrio de Mayfair (Londres) Las más recurrentes son que a los Beatles les denegaron la entrada por no llevar el calzado adecuado, que Sarah Ferguson se subió una noche a la barra vestida de policía con movimientos poco decorosos o que John Wayne, en total estado de embriaguez, fue expulsado por propasarse con una joven. Nadie sabe cuánto hay de cierto y cuánto de leyenda. El club siempre ha presumido de mantener a buen recaudo los secretos de sus granada y variopinta clientela, entre la que se mezclan royals, políticos, alta sociedad, modelos, músicos... La gente se siente segura. Sabe que va a estar cuidada señaló en alguna ocasión Anna Wintour. Una combinación perfecta de discreción, lujo y rebeldía. El lugar para desfogarse sin convertirse en carne de paparazi. La filosofía con la que nació fue contundente: Este club debe oler a sexo y exclusividad Estas fueron las palabras exactas que pronunció su fundador, el multimillonario Mark Birley, que bautizó el espacio con el nombre de su esposa, lady Annabel VaneTempest- Stewart, quien le abandonaría después por un financiero. Al bajar la escalera, uno se adentraba en un espacio enmoquetado con una luz tenue y una decoración de lo más barroca que Birley iba nutriendo ABC Al mejor postor El 20 de noviembre se podrá pujar por su mobiliario y los cuadros que colgaron de sus paredes con sus continuos viajes por el mundo; desde un enorme Buda que presidía la entrada a sus sillones de terciopelo rojo, sus coquetas lamparillas y sus cuadros. Este espacio ya solo forma parte del pasado. Tras una reforma de 55 millones de libras, el club más exclusivo de Londres ha reabierto sus puertas en un nuevo local, situado en la misma calle, concretamente en el número 46. Y todo el mobiliario del antiguo Annabel s será subastado por Christie s el próximo martes 20 de noviembre. Saldrán a la ven- ta 250 lotes, incluyendo cuadros de artistas contemporáneos, del siglo XIX o pintores de la época victoriana. Se espera que estos se vendan por entre 15.000 a 120. 000 libras. También se subastarán dibujos, caricaturas políticas y carteles antiguos, que decoraron las paredes. Entre ellos destaca un raro póster de Sainte- Croix Les Rasses, una estación de esquí, de François Jacques; carteles litográficos de AM Cassandre y dibujos animados del caricaturista político Nicholas Garland. Todos tienen una historia que contar sobre Annabel ha dicho Orlando Rock, presidente de Christie s en el Reino Unido. Cada uno de los lotes evocarán muchos recuerdos y entusiasmarán a los coleccionistas de todo el mundo que quieran celebrar el ambiente único, la risa y las amistades que representa Annabel Se estima que el Buda se venderá por entre 10.000 y 20.000 libras. La cantante Rita Ora tiene claro que pujará por él. Solo puedo imaginar lo que ese Buda ha visto a lo largo de los años comentó cuando se anunció la subasta. La actriz Liz Hurley, miembro del club durante décadas, también mostró su nostalgia: La de noches que pasé sentada en su lujoso sofá La semana que viene podría ser suyo. Verbolario POR RODRIGO CORTÉS Guarida, f. Hogar del soltero. l lord chancellor de Sánchez, Pepe Borrell, se suma al ejército que levanta Manu Macron contra el fascismo americano, según Tom Wolfe uno de los grandes fenómenos inexplicados de la astronomía moderna: esto es, que la tenebrosa noche del fascismo se cierne siempre sobre los Estados Unidos, pero toma tierra únicamente en Europa. Contra el recuerdo de Patton rompiendo por las Ardenas, Macron pone el recuerdo de Napoleón camino de la batalla de Jena (los cascos de los caballos inspiraron a Hegel, ¡y se nota! su Fenomenología del Espíritu y Borrell, el recuerdo de nuestro invicto general que ya sabemos para qué quieren desenterrarlo. Millán Astray preparaba una arenga y pidió un adjetivo para Ejército a Foxá, que le dio invicto Como se ha pasado la vida peleando medio ejército contra el otro medio, nunca ha podido ser vencido. Ahora se trataría de morir por el patriotismo constitucional de Rivera, el nadador, que no ha leído a Kant, pero que ve imperativo categórico en unos textos pasteleados en el 78 por Abril, ingeniero agrónomo, y Guerra, director teatral, en Casa Manolo, frente al Teatro de la Zarzuela, con lo que Borrell, para su banderín de enganche, hará como aquel capitán de Flandes que para completar las levas encerraba en una bodega madrileña a los perroflautas de la época y sólo los soltaba cuando firmaban. Merkel, Macron y Borrell se perfilan, pues, como el pelotón spengleriano que salvará la civilización de Bruselas ¡ríanse del sueño de Dostoyevski en Dresde! y la prueba de que van en serio es que Julio Rodríguez, el Pompeyo de Somalia, se ha desplegado en Madrid. Enfrente tenemos a Mattis, epígono del Patton que decía: Recordad que ni un solo hijo de p... ganó jamás una guerra dando la vida por su país. La ganó haciendo a otros pobres cabrones idiotas morir por su país Jünger estaba sentado en el tejado cuando pasó, en su bicicleta, el cartero, que sin bajarse le gritó estas tres palabras: ¡Orden de movilización!