ABC MADRID 07-11-2018 página 30

30 INTERNACIONAL MIÉRCOLES, 7 DE NOVIEMBRE DE 2018 abc. es internacional ABC Sé que a Trump se le ablandará el corazón y nos dejará entrar La caravana de centroamericanos coge fuerzas en Ciudad de México, antes de partir hacia Tijuana ADRIÁN ESPALLARGAS CORRESPONSAL EN CIUDAD DE MÉXICO Sé que a Trump se le ablandará el corazón y nos dejará entrar dice Mariana, tan sólo queremos trabajar y vivir el sueño americano prosigue. De unos treinta años, esta hondureña es parte de la primera caravana de centroamericanos que hasta ahora avanza imparable hacia EE. UU. en busca de un futuro mejor. Sus cerca de 7.000 integrantes llevan más de 20 días de viaje en los que han atravesado dos fronteras (Guatemala y México) y recorrido más de 1.500 kilómetros desde Honduras para llegar a la Ciudad de México, lugar donde recuperan fuerzas de cara al tramo más difícil: primero recorrer los 2.500 restantes hasta llegar a Tijuana y, después, intentar colarse de manera irregular en Estados Unidos o tratar de obtener el estatus de refugiado. Gracias a la ayuda de la alcaldía de la capital mexicana, que ha destinado unos 300.000 euros para asistir a los inmigrantes, los miembros de la primera de las hasta cuatro caravanas de centroamericanos que cruzan México camino hacia el norte descansan sus adoloridos pies tras la dura travesía. La autoridades de Ciudad de México reparten unas 15.000 comidas calientes desayuno, comida y cena entre los inmigrantes, además de proveerles de asistencia médica, ropa y de una enorme carpa en la que se protegen del frío. En la noche la temperatura puede situarse por debajo de los 10 grados, un frío que Bryan nunca ha sentido. No recuerdo la última vez que me ha- bía puesto un abrigo ríe Bryan, de 22 años y procedente de San Pedro Sula en Honduras, una de las ciudades más peligrosas del mundo. Desde que los primeros integrantes de la caravana llegaron el domingo pasado, varias ONGs mexicanas han donado toneladas de ropa que resulta extremadamente codiciada por los centroamericanos. Bryan, por ejemplo, salió de casa con poco más que unas zapatillas, una sudadera y una pequeña mochila. Las cobijas mantas es lo más importante para nosotros. No sabía que en México pudiera hacer tanto frío asegura el joven. Se estima que en Ciudad de México debe de haber ya unos 5.000 miembros de la primera caravana y en los próximos días se espera que lleguen varios más. Los organizadores esperan así sanar las heridas sufridas en el camino mientras deciden qué harán finalmen- Asamblea general te: seguir a Estados Unidos o quedarse Para definir el futuro de la caravana, en México. Hasta ahora, el Gobierno sus integrantes planean celebrar una mexicano les ha ofrecido un permiso asamblea general en los próximos días de trabajo temporal, pero estaría limi- y tomar una decisión al respecto. Son tado a los pobres estados de Tabasco y conscientes de que su gran fuerza reChiapas, una propuesta que no seduce side en ser un gran grupo, lo que les pera muchos inmigrantes. Si me quedo mite protegerse de las autoridades mien México es para a Mongratorias e, incluso, preterrey norte que ahí la sionar al Gobierno de La decisión economía esta buena coMéxico para que les preCuando se menta uno de los inmisente una oferta de asilo reagrupen todas más suculenta. Ir a Estagrantes a ABC. las caravanas Otros, como Mariana y dos Unidos o quedarse en decidirán si se Julio, su marido, prefieMéxico, la moneda está ren jugársela e intentar quedan en México en el aire. Y mientras gira, entrar en Estados Unidos. o siguen a EE. UU. los centroamericanos re Tenemos que ganar dicobran fuerzas. nero para mandárselo a nuestros familiares en Honduras dicen. Y es que mientras que el salario mínimo en México apenas llega a 5 dólares al día, en Estados Unidos ronda los 10 dólares la hora dependiendo de cada estado. Con lo que pagan en México no nos alcanzaría concluye la pareja. Cientos de centroamericanos descansan en la enorme carpa habilitada en Ciudad de México AFP MIEDO A LAS REPRESALIAS Terror entre los candidatos al jurado que sentenciará al Chapo J. ANSORENA NUEVA YORK La historia de violencia que rodea a Joaquín Archivaldo Guzmán Loera El Chapo y al cartel de Sinaloa que lideraba se nota en muchos aspectos del juicio contra el narco que acaba de empezar en Nueva York. Los juzgados de Brooklyn donde se celebra el juicio está fortificados con un ejército de policía, se corta el tráfico en el puente de mismo nombre que atraviesa para llegar desde la cárcel federal de Manhat- tan en la que está recluido y el acceso a la sala del juicio es muy limitado. El miedo no es solo a que se escape como ya ocurrió dos veces en México sino que haya represalias para quienes participen en el juicio. Se está poniendo de manifiesto esta semana en el proceso de elección de los miembros del jurado que decidirán sobre lo 17 cargos a los que se enfrenta el Chapo. El juez del caso, Brian Cogan, está entrevistando a decenas de potencia- les jurados y muchos de ellos han sido visto series de televisión sobre narcodesestimados porque tienen miedo de traficantes, como Narcos o las que que el Chapo o su organización aten- hay dedicadas al propio Chapo. te contra ellos o sus familias. Ayer, una candidata no pasó la enEn las primeras jornadas de selec- trevista después de reconocer que, ción, tres candidatos hablaron con el después de contarle a su madre que juez y le dijeron que tepodía ser parte del juranían miedo de formar do del Chapo, esta le dijo Un poco fan parte del jurado. Una enque tenían que mudarUno de los trevistada explicó que le se y comprarse una nuecandidatos fue daba miedo que la famiva casa Otros candidadesestimado tras tos desestimados han lia del Chapo vaya a por los jurados y sus fami- preguntar si podía sido un imitador de Milias Otro reconoció es- pedir un autógrafo chael Jackson y un homtar nerviosa porque bre, natural de Medellín, al Chapo había visto una pelícuque durante la entrevisla en la que matan a un ta preguntó si podía pejurado Varios candidatos fueron de- dir un autógrafo al Chapo. Soy un sestimados por reconocer que habían poco fan reconoció.