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ABC MADRID 06-11-2018 página 15
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ABC MADRID 06-11-2018 página 15

  • EdiciónABC, MADRID
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ABC MARTES, 6 DE NOVIEMBRE DE 2018 abc. es opinion OPINIÓN 15 EN PRIMERA FILA TRIBUNA ABIERTA ACTUALIDAD DEL PARTIDO RADICAL POR JOSÉ MANUEL CUENCA TORIBIO dar la hipótesis apuntada. El abajo firmante no desea echar su muy modesto cuarto a espadas en cuestión tan importante y enrevesada, pero desea recordar, a los efectos, el esclarecedor ¿La socialdemocracia ejemplo del Partido Radical Francés, dueño y del Viejo Continente ha entrado señor en su día de los destinos de Francia y de generalizada admiración y descollante imitaen un ciclo explicable? ción en tierras europeas durante el periodo de EMANAS antes de la última elección entreguerras. Bien sabido es que uno de sus más presidencial francesa, un joven pro- famosos teóricos, al propio tiempo que reputafesor de Historia Contemporánea do dirigente, Edouard Herriot (1872- 1957) el hoy ya recién y brillante catedráti- más célebre alcalde quizá de la segunda ciudad co de la misma y muy difícil disci- de Francia Lyon consideraba el más destaplina intentaba disipar la incerti- cado y funcional partido de la III República (1875 dumbre del articulista frente a la suerte del Par- 1940) El juicio de aquel catedrático de Historia tido Socialista Francés en dichos comicios con de instituto descansaba en su gráfica y buida un rotundo pronóstico: Este partido es mucho expresión de que su partido venía a ser el elepartido Un gran estudioso del pasado tam- mento más dinámico de la vida pública gala, bién galo afirmó con ingenio y razón irrebati- pues ejercía en ella el papel del Arma de Infanbles que los historiadores acostumbran a ser tería en los campos de batalla, con insuperable los mejores arúspices del pretérito capacidad de adaptación y maniobra, ya que Y en efecto así es, con refren socialmente era, granítido cotidiano de la perspicaz camente conservadora; y, frase. Lo que aventuraban ya a en el plano ideológico, no mecomienzos del 2018 avezados nos íntegra y completamencomentaristas y glosadores de te, de izquierdas. la crónica política del país veLos cimientos de autoricino acerca de una andadura dad y orden y, de manera, sudesmayada e incluso anémica perlativa, su concepción inde la gran formación, revitalidividualista de la existencia zada en 1971 por el singular tacomunitaria y el respeto relento político del antiguo miverencial y sacrosanto de la nistro radical de los estertores propiedad privada lo distande la IV República François Miciaban sideralmente de los tterrand (1916- 96) se vio por senderos de su encarnizado entero ratificado con los sufrarival el Partido Socialista, del gios para El Elíseo que alzaron cual no tuvo empacho algusobre el pavés del triunfador a no en tomar a comienzos del su huésped presente, Macron. siglo XX esta postrera adjeComo continuación de la botivación para su propia y más rrascosa etapa antedicha, la oficializada designación. De ABC prensa de este grávido otoño François Miterrand otro lado, su férreo centrapara el relato del poder en el lismo y sentido unitario del segundo decenio del siglo XXI expande la in- Estado, de honda raigambre jacobina, se aliacreíble noticia de que, acorralado por ingentes ba de forma estrecha con un laicismo militandeudas, el casi legendario Partido Socialista te, nutrido con amplio e incesable caudal de un Francés ha vendido su emblemático edificio del anticlericalismo siempre al rojo vivo. La ensecentro de Lutecia para trasladarse a otro de la ñanza universal, obligatoria y gratuita, pilar banlieu... Información que, unida a los espec- principal del sistema educativo implantado en taculares descalabros de la hasta ha muy poco los orígenes de la III República a instancia pritodopoderosa socialdemocracia alemana en los mordialmente de sus líderes y nervio esencial recientes sufragios nacionales, bávaros y, hace de la obra de nacionalización llevada a cabo unos días, de Hesse, presagian los más negros bajo su guía, halló en la neutralidad religiosa vaticinios en punto a la deriva inmediata del otro de sus principios básicos. Con todo, el trassocialismo europeo. currir de los días hizo su obra, y del dogma El ¿Señales todas las mencionadas de una im- clericalismo, he ahí el enemigo se pasó a la parable deriva crítica de la que fuese en las anulación del concordato napoleónico y a la fir Treinta jornadas gloriosas de la postguerra ma 1905 de la separación de la Iglesia y el Esla más pujante y acaso igualmente la más crea- tado, con el envidiable logro de unos inteligentiva de las fuerzas políticas que configuraron tes acuerdos que, con naturales altibajos, se el mapa europeo en dicha fase histórica? A la mantendrían hasta el presente. vista de los sucesos narrados, es pertinente inEl juicio de la Historia ya se ha pronunciado terrogarse sobre si terminado, con sobresalien- de forma, en conjunto, favorable. Pero su ejemte y, en general, fecunda trayectoria, el tramo plo sirve para ilustrar, por incontable vez, la alcístico de su recorrido por los caminos de la exactitud y hondura de los versos quevedianos Historia, la socialdemocracia del Viejo Conti- Las torres que desprecio al aire fueron a su nente ha entrado en un ciclo explicable por mu- gran pesadumbre se rindieron... chos motivos de abierta postración y descaecimiento. JOSÉ MANUEL CUENCA TORIBIO ES MIEMBRO Tal vez resulte en exceso aventurado refren- DE LA REAL ACADEMIA DE DOCTORES DE ESPAÑA ANA ISABEL SÁNCHEZ SOS: SALVEMOS A LOS POLÍTICOS... DE RAZA Si el debate político sigue por las alcantarillas, solo querrán postularse a liderar los que no tengan nada que perder OS políticos de raza caminan hacia la extinción en España. Me refiero a aquellos profesionales que son brillantes antes de llegar a la política y que cuando llegan a ella toman sus decisiones pensando en las generaciones venideras. Aquellos que no solo tienen la vocación de mejorar el país, sino también la capacidad de conseguirlo. Los pocos que hoy piensan que España debería aprovechar la crisis italiana para convertirse en el socio de referencia del Sur de Europa. O que reflexionan sobre cómo mantener la fortaleza de la Unión cuando la toma mundial de decisiones se desplaza del Atlántico al Pacífico. La creciente exposición de la vida privada de los líderes está desviando el debate y deteriorando a pasos agigantados la política española. Es el ajuste de cuentas de la sociedad con unos dirigentes que frecuentemente no han tenido una respuesta adecuada ante sus problemas o no han cumplido sus promesa. Que han impuesto la partitocracia sobre la meritocracia entregando los organismos públicos no a los mejores, sino a cuotas de partido. Y que no dudan en usar precisamente la vida privada del adversario como arma de ataque político. Pero este ajuste de cuentas conduce hacia un sumidero de difícil salida. ¿Qué gran cerebro dará el paso a la política cuando su vida personal, sus domicilios o sus conversaciones privadas pueden quedar expuestas al vapuleo público? Si el debate político sigue transcurriendo por las alcantarillas, solo querrán postularse a liderar los que no tengan nada que perder. Aquellos sin oficio ni beneficio que ingresan en los movimientos políticos juveniles sin convicción, olfateando el olor de un cargo en el futuro. ¿Queremos que sean éstos los que tomen las complicadas y trascendentales decisiones del país o queremos que lo hagan los mejores? El deterioro de la política exige dignificar una tarea que tiene en sus manos el futuro de todos. La respuesta, que no ha entendido Podemos, no es quitar privilegios. La falta de acierto de los dirigentes no va a solucionarse por el hecho de rebajar su nómina. Probablemente, al contrario. Ahora mismo hay diputados de Podemos que se quejan de sostener a su familia a duras penas con lo que ganan, mientras otros critican la ineficacia de ir en transporte público a reuniones fuera del Congreso. No debe ser ése el cambio. El viraje de la vida política debe ser hacia la total meritocracia y una mayor democracia interna en los partidos. Hacia la atracción de los mejores para que, parafraseando a los scout, los políticos dejen el país mejor que lo han encontrado. Alemania o Reino Unido son ejemplos de cómo los afiliados pueden tener mayor capacidad de decisión. Y en Francia, De Gaulle impulsó la prestigiosa Escuela Nacional de Administración para transformar al alto funcionariado del país. La política española debe relegitimarse. Y los primeros que tienen que comprometerse con ello son los partidos, pero después la sociedad. Solo así salvaremos a los políticos... de raza. S L

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