ABC MADRID 03-11-2018 página 40
- EdiciónABC, MADRID
- Página40
- Fecha de publicación03/11/2018
- ID0006817128
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40 CULTURA SÁBADO, 3 DE NOVIEMBRE DE 2018 abc. es cultura ABC Historia del cómic Superman voló por primera vez en la Guerra Civil española El investigador francés Michel Matly publica un profundo análisis de ocho décadas de tebeos sobre el conflicto ISRAEL VIANA MADRID J ulio de 1938. La misma semana en que comenzaba en el Ebro la batalla más grande, larga y sangrienta de la Guerra Civil 115 días y más de 30.000 muertos Superman llegaba por primera vez a los quioscos de Estados Unidos. El superhéroe más famoso de la historia emprendía su primera aventura en la revista Action Comics con un viaje hasta una república imaginaria de habla española, llamada San Monte, inmersa en una guerra atroz. Pero, ¿qué república era esa? Los indicios que van apareciendo aquí y allá, tanto de orden geopolítico (la guerra puede provocar un conflicto mundial) como militar (es una guerra de trincheras y hay combates aéreos) y los relativos a los excesos (ejecuciones sumarias de civiles y torturas) hacen pensar que los autores, si no se refieren a ella explícitamente, tienen en mente la Guerra Civil española Lo cuenta Michel Matly en El cómic sobre la Guerra Civil (Cátedra, 2018) un profundo análisis de los ochenta años de tebeos publicados sobre el conflicto. Lo que me motivó fueron las reacciones a flor de piel, a veces violentas, de mi familia y mis amigos españoles cuando se mencionaba el episodio. Es un tema muy sensible aún comenta este investigador de la Universidad Blaise Pascal de Clermont- Ferrand y doctor en Estudios Hispánicos. Tardó cinco años y revisó 15.000 revistas y diarios al principio consulté ABC, que tiene una hemeroteca magnífica y muy accesible que me proporcionó pistas muy valiosas para encontrar historietas relacionadas con este tema que convirtió en su tesis. El autor estimó la producción en alrededor de 500 publicadas en 15 países, algunos tan improbables como Polonia o Filipinas. La cantidad es comparable a la que se publicó sobre la Primera Guerra Mundial o la guerra de Argelia. Es relativamente abundante, aunque no se pueda comparar con la Segunda Guerra Mundial ni con la de Corea explica el autor, cuyo suegro participó en la retirada republicana de 1939 y el padre de éste fue uno de los 100.000 desaparecidos en combate. El trabajo me ha permitido medir la distancia entre las dos Españas que coexisten, pero no se entien- den. Como si vivieran en mundos paralelos: el de aquí y el del exilio en Francia, compuesto por herederos republicanos que guardan con fervor la memoria republicana reconoce. Los primeros tebeos que hicieron referencia a la Guerra Civil, como es el caso de Superman, implícitamente, o la historia de Three Aces también en Estados Unidos, que sí hablaba de la guerra en España aparecieron entre 1936 y 1939. La producción fue especialmente significativa en España como medio de propaganda con fines bélicos. En el bando franquista se usó para atacar y condenar al enemigo con revistas como Pelayos Chicos y Flecha mientras que en el republicano se crearon personajes como Pocholo, Soldado Canuto o el Pionero Rojo para educar a sus soldados, tranquilizar a la juventud y denunciar a las potencias extranjeras que apoyaban a Franco. Jerry Siegel y Joe Shuster Aquel primer Superman de 1938 se incluiría en este segundo grupo. Sus creadores, el escritor Jerry Siegel y el dibujante Joe Shuster, lo llevan hasta aquella guerra lejana con un traficante de armas estadounidense para, de manera un poco ingenua concienciarlo de que los beneficios que saca de su negocio no son nada comparados con los horrores que provoca. Allí se le puede ver combatiendo en el frente, espiando a los rebeldes, salvando a Lois Lane de ser fusilada tras un juicio sumario, enfrentándose a unos soldados que torturan a un prisionero y raptando a los comandantes de ambos ejércitos para persuadirlos del sinsentido de la contienda fratricida. He decidido terminar con esta guerra mediante una pelea entre los dos aquí mismo les reprende Superman en una de las viñetas finales. Pero, ¿por qué deberíamos luchar? Después de 1939 La dictadura fue uno de los periodos de silencio, pero no tanto por la censura, sino por el hecho de que nadie quería comprar tebeos sobre la Guerra Civil En democracia El discurso de los creadores españoles de cómic después de la Transición no es revanchista, más bien tratan de alejar la contienda del presente responde uno, y añade el otro: No estamos cabreados el uno con el otro Entonces, ¿por qué están vuestros ejércitos combatiendo? insiste el de Krypton. No lo sé, ¿puedes decirlo tú? No, ¿y tú? comentan estos antes de que el de Marvel les inste a darse la mano. No resulta arriesgado considerar que, si bien es cierto que la historieta no toma partido por ningún bando, se inscribe contra las prácticas de la época de cierto número de industriales