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ABC MADRID 20-10-2018 página 60
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  • EdiciónABC, MADRID
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60 AGENDA Necrológicas y esquelas Juan Escalona (1931- 2018) SÁBADO, 20 DE OCTUBRE DE 2018 abc. es ABC El implacable fiscal del castrismo A Causa Número 1 fue el frío nombre que el castrismo atribuyó al juicio sumarísimo que desembocó, a principios del verano de 1989, en la condena a muerte del general Arnaldo Ochoa, veterano de la Sierra Maestra, antiguo jefe de la Misión Militar Cubana en Angola, uno de los generales más condecorados de Cuba e íntimo de Raúl Castro, del coronel Tony de la Guardia, encargado, entre otras misiones, del sabotaje del embargo estadounidense, y de otros dos oficiales de menor rango. Los ajusticiados sabían demasiado sobre las cloacas del régimen, Ochoa abogaba por introducir cierta dosis de perestroika en la Isla, por lo que cualquier argumento era válido para quitárselos de en medio. Más si se les atribuía vínculos con el Cartel de Medellín. El artífice pomposa acusación de delito de narcotráfico configurante de traición a la patria fue el fiscal Juan Escalona Reguera. Según escribe el periodista José Manuel Martín Medem en su libro El secreto mejor guardado de Fidel Castro Escalona basó su acusación que nunca ha sido totalmente probada en los editoriales que el diario oficialista Granma dedicó al asunto, muchos de los cuales habían sido escritos por el propio Fidel. L Ejerció de enlace entre Raúl Castro y el Che Guevara Juan Escalona Reguera nació el 22 de junio de 1931 en Santiago de Cuba y falleció en La Habana el 28 de septiembre de 2018. Poco conocido fuera de la Isla, fue uno de los juristas más influyentes del castrismo: contribuyó a estructura el Ministerio de las Fuerzas Armadas, redactó la Ley del Servicio Militar y reformó el Código Penal. Desde 1980 hasta 2010 compaginó sus cargo con la pertenencia al Comité Central del Partido Comunista Cubano. ABC De las hostiles miradas que Escalona dirigía a Ochoa durante las sesiones (televisadas) del juicio es fácil concluir que era un esbirro del castrismo. De la élite, eso sí, pero dispuesto a ejecutar sin pestañear cualquier tarea que los hermanos Castro le encomendasen. Solo sufrió un pequeño destierro, a principios de los sesenta, por un malentendido en la gestión de una escuela de suboficia- les, que se disipó cuando, en plena Crisis de los Misiles, Raúl en persona fue a buscarle para situarle de nuevo en su círculo de confianza. La estrecha relación entre Escalona y el menor de los Castro se inició en el otoño de 1958, cuando Escalona se incorporó al II Frente Oriental, en calidad de auditor, para sacar partido a su formación jurídica. Como era también notario, fue el encargado de solemnizar el matrimonio entre Raúl y Vilma Espín. Escalona siguió de ayudante de Raúl una vez implantada la tiranía, siendo uno de los redactores de la ley que creó el Ministerio de las Fuerzas Armadas pieza clave del régimen y, sobre todo, ejerciendo de enlace entre Raúl y el Che Guevara para intentar aminorar las diferencias que existían entre ambos acerca de la organización de esas mismas Fuerzas Armadas. Su posterior trayectoria como segundón del establishment castrista le llevó a ejercer responsabilidades tan variopintas como la delegación para la erradicación de las epidemias de dengue o jefe de Estado Mayor General en Angola, pese a carecer de experiencia en combate. Su salto a primera línea se produjo en 1983, al asumir la cartera de Justicia. En 1987, fue designado Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular el Parlamento y en 1990 fiscal general de Cuba, cargo que desempeñó hasta 2010. JOSÉ MARÍA BALLESTER ESQUIVIAS

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