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ABC MADRID 20-10-2018 página 40
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ABC MADRID 20-10-2018 página 40

  • EdiciónABC, MADRID
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40 SOCIEDAD SÁBADO, 20 DE OCTUBRE DE 2018 abc. es conocer ABC PREMIO PRINCESA DE ASTURIAS DE LA CONCORDIA Nos queda poco tiempo para evitar que nuestra civilización llegue a un punto muy oscuro Entrevista Sylvia A. Earle Bióloga marina y exploradora La dama de las profundidades recogió ayer de manos de Don Felipe un galardón que premia su medio siglo entregada a explorar los océanos INÉS MARTÍN RODRIGO OVIEDO S i Jacques Cousteau (19101997) fue el señor de los mares Sylvia A. Earle (Gibbstown, Nueva Jersey, 1935) es la dama de las profundidades A sus 72 años, esta bióloga marina y exploradora lo sabe todo sobre los océanos, porque en ellos lleva sumergida más de medio siglo. Su primera inmersión la hizo a los 17 años y hoy sigue en activo, aprovechando cualquier ocasión para darle rienda suelta a una pasión a la que ha entregado su vida. Más de mil expediciones por el mundo, más de siete mil horas de buceo para la investigación, pionera de las mujeres acuanautas con el proyecto Tektite (1970) responsable de Mission Blue... Sus proezas casi no caben en el acta del jurado que decidió concederle, este año, el premio Princesa de Asturias de la Concordia. ¿Qué tiene el agua que tanto le atrae? -El agua es la vida, así que tendría que ser atractiva para todos. Cuando tenía 3 años, me llevó una ola, me tragó, y ahí el océano empezó a captar mi atención. Desde entonces no dejó de atraerme. -El agua no ha dejado de llamar su atención, y usted no ha dejado de llamar la atención sobre la importancia del agua para nuestro planeta. Desde que en 1998 la revista Time la definiera como heroína del planeta ¿qué ha cambiado? ¿Hemos hecho algún progreso o hemos retrocedido? -Hay buenas y malas noticias. Lo bueno es que seguimos explorando. Ahora sabemos más que nunca antes en la Historia. Sabemos quiénes somos, de dónde venimos y hacia dónde vamos, pero, sobre todo, cómo vamos a llegar a ese destino, donde consigamos estar en paz con la naturaleza. -Parece que, tras los últimos desastres climatológicos, estoy pensando en Leslie o en Michael, la naturaleza está intentando mandarnos un mensaje, como si se estuviera revelando contra nosotros. -Desde el principio de la humanidad, nuestra prosperidad siempre ha conllevado un coste que paga la naturaleza. Esto es aplicable a cualquier criatura: aprovechamos la naturaleza, las aves, los peces, consumimos el mundo natural para afianzar nuestra prosperidad. Ninguna criatura ha entendido tan bien lo que significa el consumo del mundo natural como los humanos. Ahora sabemos que hay límites en lo que podemos tomar de la naturaleza y, aún así, que nuestro futuro sea viable. Cuando yo era niña, esto no se sabía, pensábamos que el mundo era tan grande que no podía fracasar. Pero ahora hay un movimiento creciente encaminado a cuidar los sistemas naturales para mantenerlos con vida. El mensaje que se nos devuelve, las tormentas, el cambio climático, la pérdida en fauna y flora, es lo que hace que el planeta sea como es. Ningún otro planeta es como este, y no es sólo por nosotros. Nosotros sólo nos beneficiamos del resto de criaturas. Es la primera vez que hemos podido vernos con claridad como parte de la naturaleza, no como los controladores de la naturaleza, nos beneficiamos de ella. La na- turaleza se ha encargado de cuidarnos, ahora nosotros tenemos que cuidar de ella. -Quizás haya llegado el momento de darnos cuenta de que nosotros no somos el centro del universo. -En el siglo XVI, Galileo tuvo bastantes problemas, con la Iglesia y sus conciudadanos, porque se atrevió a desafiar ese punto de vista, que no somos el centro del universo. Él tenía pruebas, y llevamos 500 años recopilando pruebas, pero seguimos comportándonos como si fuéramos el centro. ¿Somos conscientes de lo valioso que es el campo de investigación de la conservación de los océanos? -El conocimiento está ahí, las pruebas son claras, pero nuestras acciones no están a la altura de la realidad. Nos queda muy poco tiempo, unos diez años, para invertir esta tendencia negativa que llevaría a nuestra civilización a un punto muy oscuro. Esto ya lo dije hace treinta años. -Y seguimos igual. -No, cada vez se complica más. Cada minuto que esperamos, es más difícil. -Debemos darnos prisa. -Sí, tenemos que apresurarnos, porque no podemos esperar mucho más. Se están tomando medidas, y eso son buenas noticias. -Pero no es suficiente. -No. Tenemos el Acuerdo de París, con las naciones reconociendo la gravedad del problema y adoptando las medidas necesarias. Todavía no hemos aprendido bien el océano, abusamos de la fauna y la flora silvestre, no hemos visto la relación entre vida y mar en el cambio climático pese a las evidencias. La alteración de los sistemas marítimos afecta a la química de todo el planeta. No nos parece que los peces sean fauna. Entendemos las aves, los animales terrestres, pero los peces nos parecen un bien básico, hasta las ballenas nos lo parecían. Estamos eclipsados por conceptos antiguos que nos nublan la vista para entender que los océanos son un sistema vivo con valores. -Estamos en plena crisis oceánica, con el 90 de poblaciones de peces sobreexplotadas en el Mediterráneo y el 40 en el Atlántico, ¿qué mensaje manda a las generaciones futuras? -Esta es la mejor oportunidad que vamos a tener nunca, porque ahora disponemos de conocimiento. Antes de llegar a ese punto en la historia, nadie había EFE Calle completamente anegada, ayer en la localidad valenciana de Museros subido al espacio para ver el mundo desde fuera. Los niños actuales saben quiénes son los exploradores y los científicos, saben más que ellos. Hay que respetar el lugar que habitamos, las criaturas del mar, porque ellos son lo que sustentan nuestra vida en este planeta. Evidentemente, la gente va a consumir la fauna y la flora; aquí, en España, tenéis el marisco, que es vida marítima, pero forma parte de la cultura. Pero hemos roto el equilibrio de lo que se puede tomar sin que haya consecuencias graves. -Los mares son vertederos de plástico. ¿Cree que llegaremos a lograr la paz entre la humanidad y los sistemas naturales que nos sustentan? -El conocimiento es la clave. Veo evidencias de que estamos en un punto de transición, pasar de arrasar el mundo natural, por ignorancia. Estamos empezando a adentrarnos en una época en la que hay políticas que aportan perspectiva. Parece que somos omnipotentes, que podemos cambiar la naturaleza, pero lo que hemos hecho hasta ahora ha sido fruto de la ignorancia y las consecuencias son muy graves. Ahora podemos cambiar nuestra conducta para restaurar lo que hemos perdido y hacer las paces con la naturaleza. Estamos atrapados en viejas costumbres que evitan que vayamos más rápido. Tengo fe en las nuevas generaciones. Más información sobre los premios en páginas de Cultura

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