Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
ABC MADRID 30-07-2018 página 12
ABC MADRID 30-07-2018 página 12
Ir a detalle de periódico

ABC MADRID 30-07-2018 página 12

  • EdiciónABC, MADRID
  • Página12
Más información

Descripción

12 OPINIÓN VIDAS EJEMPLARES PUEBLA LUNES, 30 DE JULIO DE 2018 abc. es opinion ABC LUIS VENTOSO EN JULIO, MILAGRO Tras cien años sin rascar bola, el ciclismo británico vuelve a ganar el Tour A veces la suerte deportiva se alía con un país. Sin tradición alguna, surge una generación de campeonísimos que arrasa en una disciplina donde esa nación no rascaba pelota. ¿Se imaginan que de repente los dominicanos comenzasen a dominar los Juegos de Invierno, que el nuevo Alberto Tomba fuese un esquiador caribeño? Menos risitas sardónicas, que puede pasar. En los primeros cien años del Tour no apareció un ciclista británico capaz de aspirar a la victoria. Unos genios del críquet, pero la bici no era lo suyo. Mas hete aquí que tras la fundación del equipo Sky, en 2010, los corredores del Reino Unido pasan a convertirse en los dominadores absolutos del Tour. En 2012 se impuso Wiggins, y luego arrancó el imperio Froome, con victoria en 2013- 15- 16 y 17 (y no ganó en 2014 porque se lesionó) En diciembre de 2017 resulta que Froome da positivo por salbutanol tras un control antidopaje en la Vuelta. Por algo así, a Contador lo sancionaron con dos años en la cuneta. Con Froome se consideró que la sustancia se había utilizado para un uso terapéutico legítimo. Pelillos a la mar y luz verde para el Tour. Pero tras tanta polémica injusta el hombre andaba alicaído, parecía difícil que ganase la ronda gala también este año. No problem Por un feliz golpe de azar, va y resulta que de la prodigiosa cantera del Sky brota repentinamente un nuevo campeonísimo, un tío llamado Geraint Thomas, que a los 32 tacos se revela como una fiera imbatible. La nueva perla había sido un buen corredor de pista, con dos oros olímpicos en persecución por equipos. Sin embargo, la carretera le resultaba demasiado empinada como para aspirar al podio. En su primer Tour, en 2007, quedó penúltimo, y en los dos mejores, en el puesto quince. Hace cinco años acabó en el 140. Geraint Thomas es galés. Nunca ha sido tierra de escaladores, lo cual tiene su lógica: el monte más alto del hermoso Gales es el Snowdon, con 1.085 metros, una tachuela para lo que maman los trepadores de otros países. Pero en el crepúsculo de su carrera, Thomas ha descubierto que si se pone sube mejor que las águilas colombianas y los especialistas españoles e italianos. Ha controlado el Tour al completo y, una vez más, ¡milagro en julio! un británico de amarillo en París. El Sky se fundó bajo el lema tolerancia cero frente al dopaje Estamos convencidos de que así ha sido, aunque algunos maledicientes quieran enredar. Por ejemplo, el Parlamento británico ha concluido en un informe que sir Wiggins ganó su Tour de 2012 de manera ilegítima, abusando de los permisos médicos para ingerir sustancias que mejoraban su rendimiento. Luego llegó la causalidad del positivo de Froome en la Vuelta, pero nada significa. Probablemente el fármaco dopante se lo endilgó a traición algún envidioso en una tapa de albóndigas. La desconfianza está matando al ciclismo, por eso rompemos una lanza por la limpieza de Geraint Thomas, que sin duda ha ganado su Tour a base de esfuerzo, perseverancia y fish chips. Porque a diferencia del pelotón meridional, los campeones británicos están limpios como una patena y miccionan agua de colonia. EL ÁNGULO OSCURO JUAN MANUEL DE PRADA COMO OVEJA EN MEDIO DE LOBOS La Iglesia debe empezar por evitar la compañía de lobos que sólo desean tergiversar sus palabras L Papa Francisco acaba de aceptar la renuncia del cardenal o depredador emérito McCarrick, que no era, como pretenden los medios de adoctrinamiento de masas, un pedófilo sino un sodomita todoterreno que, de vez en cuando, lanzaba también sus garras a menores. La Iglesia, si en verdad desea atajar la plaga que la infesta, debería empezar por no dejarse acunar por las consignas mundanas, que a la vez que lanzan su anatema contra la pederastia exaltan modelos de vida que constituyen su vivero natural. Un amigo psiquiatra que ha tenido que prestar sus servicios en diversas causas eclesiásticas vergonzosas me contaba que en los seminarios de muchas diócesis estadounidenses no se admitió durante décadas a ningún postulante que no probara sus querencias socráticas; y que todo seminarista en quien se detectaban virtudes varoniles era de inmediato expulsado. Si la Iglesia desea en verdad limpiar sus establos de Augias y también rebelarse contra el destino que el mundo le ha asignado (desleírse como un azucarillo en la irrelevancia, a la vez que los escándalos la convierten hoy en diana de todos los vituperios y tal vez mañana en carne de persecución, si no se resigna a un papel de lacayuela acomodaticia que se tolera con tal de que atiborre a los católicos de sal sosa) tiene que reunir el valor suficiente para afrontar el problema hasta sus últimas consecuencias, sabiendo que la pederastia no es la E raíz del problema, sino el corolario natural de algo que el mundo exalta y festeja orgullosamente. Por supuesto, no tiene por qué hacerlo al modo expeditivo del joven Papa de Sorrentino, sino que debe actuar con extrema cautela, recurriendo incluso a la disciplina del arcano, recordando que tiene la obligación (por encomienda divina) de ser astuta como serpiente. No se puede seguir encubriendo a depredadores como McCarrick; pero tampoco se puede poner en la picota a inocentes como los sacerdotes granadinos del caso Romanones, acusados por un loquito o saco de pus a quien el Papa concedió insensatamente crédito y publicidad. Aquellos sacerdotes calumniados fueron suspendidos de su ministerio; fueron escarnecidos y arrastrados por el fango por el periodismo carroñero (que, a la vez, aplaudía taimadamente al Papa) fueron increpados y hostigados por la chusma, hasta que sus vidas se convirtieron en un infierno. Ahora el Papa acaba de recibirlos, para pedirles perdón humildemente. Se agradece enormemente que el Papa pida perdón por un error tan grueso; pero mucho más se agradecería aún que el Papa actuase prudentemente con aquellos cuatro componentes de la virtud de la prudencia que detallaba Aristóteles: rectitud o recta ordenación de la voluntad hacia el Fin Último de sus actos; perspicacia o penetración de los fines intermedios; maña en el conocimiento de los medios, y tacto o conocimiento de las circunstancias, así como discreción y tino en su análisis. Tal vez en esto la Iglesia podría también aprender del joven Papa de Sorrentino y empezar por renegar ¡siquiera un poquito! de la obsesión mediática que la ha convertido en un circo (con frecuencia circo de los horrores, casi siempre circo de las banalidades y el macaneo) cuyo repertorio hastía y a nadie atrae ni interpela, por su adhesión sonrojante e inane a los paradigmas culturales del mundo. La Iglesia no debe olvidar que ha sido enviada como oveja en medio de lobos y debe empezar por evitar la compañía de lobos que sólo desean tergiversar sus palabras, o bien sobornarla con halagos taimados, para que sus palabras acaben acomodándose al discurso mundano. Por ejemplo, combatiendo desnortadamente la pederastia que la infesta sin discernir su verdadera causa, por no atreverse a juzgar los usos del mundo.

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.