Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
ABC MADRID 11-07-2018 página 38
ABC MADRID 11-07-2018 página 38
Ir a detalle de periódico

ABC MADRID 11-07-2018 página 38

  • EdiciónABC, MADRID
  • Página38
Más información

Descripción

38 FAMILIA MIÉRCOLES, 11 DE JULIO DE 2018 abc. es familia ABC Campamentos de verano No se es peor padre por no echar de menos a un hijo Los expertos en familias explican los diversos sentimientos de los progenitores que llevan a sus pequeños a estas actividades LAURA PERAITA MADRID M iles de familias se encuentran en estas fechas separadas porque sus hijos se han marchado a un campamento de verano. Los padres continúan trabajando y es la única posibilidad que han encontrado para que sus pequeños estén atendidos. Pasaron ya los momentos de incertidumbre para elegir la mejor estancia para el niño, saber si tiene la edad adecuada, tener todos los papeles en orden (tarjetas sanitarias, pasaportes, en el caso de salir al extranjero) preparar mochilas... La mayoría de los niños ya están de campamento. Ahora los padres se enfrentan a una segunda fase, la de las emociones y los sentimientos, a veces contradictorios. En los hogares se pueden dar tres circunstancias. La de aquellos padres que al entrar en la habitación de su hijo notan un gran vacío y, como consecuencia, sienten tristeza, preocupación y hasta sueltan alguna lágrima por sentirse culpables de que no pueden tenerles a su lado y, por otro lado, hay progenitores a los que ese mismo vacío les provoca un gran alivio y paz, y el sentimiento de culpabilidad viene en este caso motivado por no sentirse mal ni echar de menos a su hijo. Estar separados unos días es una prueba de madurez para padres e hijos lores que aporta: aprender a compartir, colaborar, sentirse parte del grupo, tomar decisones, ganar autonomía, saber respetar al compañero, escuchar a los demás, cumplir normas, ser puntuales... Cuando un niño se estrena en un campamento es normal que las familias se sientan un poco perdidas y desorientadas. Se trata de su primer alejamiento físico desde que los peque- ABC ños nacieron. Esta separación es una prueba de madurez para padres e hijos apunta Álava Reyes En algunas organizaciones no dejan que los niños hablen por teléfono con los padres, o lo permiten solo en contadas ocasiones, para que los pequeños estén centrados en sus actividades y disfruten al máximo. Sin embargo, la creatividad de algunos padres muy protectores no tiene límites y llaman con ex- cusas insospechadas a los centros para cruzar algunas palabras con sus pequeños. No es recomendable, puesto que el niño, al oír la voz de su madre o padre se acordará de lo bien que está en sus brazos y bajo el paraguas de sus mimos, lo que puede provocarle lágrimas o que diga, sin un motivo de peso, que quiere irse del campamento asegura Álava Reyes. Normas estrictas No hay que olvidar que estos lugares tienen una serie de normas estrictas que todos los participantes deben cumplir: la hora de levantarse, colocar sus cosas, hacerse la cama... hábitos a los que quizá no están muy acostumbrados a realizar en casa, lo que puede resultar a los pequeños algo molesto pero, que, sin duda, les inculca valores para ser más responsables, autónomos y respetuosos. Señala Álava Reyes que es normal que los niños echen de menos a sus padres sobre todo cuando les ponen una comida que no les gusta o, por la noche, cuando se meten en la cama sin su beso de hasta mañana pero superar esos momentos es muy importante y les prepara para enfrentarse a otros pequeños contratiempos La fundadora del Club Eduma recomienda a los padres que vivan esta estancia de forma muy positiva sobre todo porque se presupone que han elegido una organización seria y segu- Las preferencias de los programas cambian para los adolescentes La mayoría de las recomendaciones para padres van dirigidas a aquellos que llevan por primera vez a sus hijos a un campamentos. Sin embargo, hay que tener en cuenta la intraquilidad de aquellos que tienen hijos adolescentes. Por lo general asegura la psicóloga Álava Reyes los padres tienen la seguridad de que sabrán desenvolverse bien, pero sus preocupaciones se centran en saber que es una edad en la que empiezan a tontear con otros compañeros y que tienen muchos recursos e imaginación para evadir las normas impuestas por los monitores. Por este motivo, los padres con hijos de 14 a 16 años algo más rebeldes prefieren campamentos que incluyen muchas actividades (deportivas, educativas... que dejan a los jóvenes poco tiempo para pensar en realizar retos o caigan en comportamientos poco adecuados y propios de estas edades. También es cierto que los monitores están ojo avizor para que estos casos no tengan lugar y el compañerismo sea el adecuado y no dé lugar a conflictos ni casos de acoso Sentimientos encontrados Ambas situaciones son normales y unos padres no son peores que otros por no echar de menos a un hijo que se ha ido unos días de campamento apunta María Jesús Álava Reyes, psicóloga y directora del centro de Psicología Álava Reyes y autora de libros como El no también ayuda a crecer A estas dos situaciones, Maricarmen Pérez Isabella, directora de actividades y fundadora del Club Eduma, además de coordinadora de tiempo libre, añade la de aquellos padres que en su infancia asistieron a campamentos y ahora deciden llevar a sus hijos, no por necesidad, sino porque lo consideran como una parte imprescindible de su educación por todos los va-

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.