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ABC MADRID 03-07-2018 página 43
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ABC MADRID 03-07-2018 página 43

  • EdiciónABC, MADRID
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ABC MARTES, 3 DE JULIO DE 2018 abc. es cultura CULTURA 43 El fin de la batalla En la primera página, Cervera deja entrever su disconformidad con la orden: La jornada ha sido un desastre horroroso, como yo había previsto. El número de muertos es menor del que temía. La patria ha sido defendida con honor y la satisfacción del deber cumplido deja nuestras conciencias tranquilas, con solo la amargura de lamentar la pérdida de nuestros queridos Lavar el honor de España ANÁLISIS GUILLERMO CERVERA GOVANTES E El crucero Infanta María Teresa El buque en el que combatía el almirante Cervera fue de los primeros en caer, poco después de abandonar el puerto de Santiago a las 9.30 horas. Así describe la escena en la página 6 del parte: El aspecto del buque era imponente, porque las explosiones se sucedían y estaba para alterar a las almas más templadas. Nada absolutamente creo que pueda salvarse del buque y nosotros lo hemos perdido todo, llegando la inmensa mayoría absolutamente desnudos a la playa les de mayo ya calificó de desastrosa la decisión de ir allí en una carta al ministro de Marina. También escribió a su hermano, advirtiéndole de lo que podía suceder: Vamos a un sacrificio tan estéril como inútil; y si en él muero, como parece seguro, cuida de mi mujer y de mis hijos Nuestros buques salieron del puerto (a las 9.30 horas) con una precisión tan grande que sorprendió a nuestros enemigos, quienes nos han hecho muchos y entusiastas cumplimientos sobre el particular explica Cervera al capitán general de Cuba, Ramón Blanco. Según detalla, el Infanta María Teresa abrió fuego sobre un acorazado norteamericano cinco minutos después, con la intención de dirigirse luego a toda fuerza de máquina sobre el Brooklyn, el navío americano más rápido. La intención era romper el bloqueo y huir, pero el buque insignia del almirante recibió un proyectil de los primeros que le rompió un tubo de vapor auxiliar que nos hizo perder velocidad y, al mismo tiempo, otro que rompió un tubo de la red de contraincendios. El buque se defendía valientemente del nutrido y certero fuego enemigo, pero no tardó mucho en caer herido el valiente capitán Concas Realizada la salida- -continúa- el combate se generalizó con la desventaja, no solo del número, sino del estado de nuestra artillería y municiones de 14 centímetros que usted conoce por el telegrama que le puse Cuatro horas duró aquella histórica batalla naval antes de que la escua- Cuatro horas de batalla La escuadra del almirante Cervera resultó aniquilada, con 332 muertos y 197 heridos entre los españoles Consecuencias Tras la guerra, EE. UU. se consagró como potencia mundial, mientras que España entró en crisis dra española resultara aniquilada, provocando nada menos que 332 muertos y 197 heridos. En el bando estadounidense solo se produjo una víctima mortal y unos pocos heridos. Los daños de sus navíos, también escasos. A lo largo del parte de Cervera y de los transmitidos desde el resto de los cruceros y destructores, las escenas se suceden con detallada crudeza. Primero el ya mencionado Infanta María Teresa, donde iba el almirante, que acabó llegando a nado a tierra con ayuda de su hijo, el teniente Ángel Cervera, y dos cabos más: El aspecto del buque era imponente, porque se sucedían las explosiones y estaba para aterrar a las almas mejor templadas. Nada absolutamente creo que pueda salvarse. Nosotros lo hemos perdido todo, llegando la mayoría absolutamente desnudos a la playa reconoce. Y después el Colón, el Furor, el Plutón, el Vizcaya y el Oquendo, todos con sus respectivas desdichas y sus muestras de valor: Cuando el valiente comandante vio que no podía dominar el incendio y no tenía ningún cañón en estado de servicio- -puede leerse sobre este último- decidió embarrancar, mandando previamente disparar todos los torpedos por si se acercaba algún buque enemigo El rescate de los supervivientes fue organizado por su comandante, que ha perdido la vida por salvar la de sus subordinados Muchas toneladas de papel se han impreso en los últimos 120 años para tratar de explicar lo que sucedió aquel fatídico día. Y aquí está ante nuestros ojos, el relato de la tragedia que marcó la historia de España del siglo XX, escrito pocas horas después de producirse: Sé que os extraña esta ropa de gala- -comentaba en su arenga el almirante Cervera antes de salir en busca del enemigo- porque es impropia en combate, pero es la que vestimos los marinos de España en las grandes solemnidades, y no creo que haya momento más solemne en la vida de un soldado que aquel en que se muere por la patria MAÑANA, SEGUNDA ENTREGA En exclusiva, la correspondencia personal del gran médico de la Armada española en las guerras de 1898: Alejandro Lallemand. l 1 de junio, las flotas americanas bloqueaban la Bahía de Santiago. Ante la alternativa, en conciencia, de reducir las bajas y el deber de defender la posición con el mayor daño posible al enemigo, el almirante Cervera veía imposible forzar el bloqueo y así lo informa varias veces. El 2 de julio recibe del teniente general Blanco la orden de reembarcar las tropas con la mayor premura y salir inmediatamente de Santiago... El 3 de Julio, obedeciendo esta orden y la del 8 de junio del ministro Auñón, con el poco y malo carbón que consigue embarcar en Santiago, intenta escapar hacía occidente con su crucero mas simbólico, el Cristóbal Colón. El almirante resume en la frase final de la arenga que lanza a sus dotaciones, su postrera y dramática orden: ¡Clavad la bandera y ni un solo navío prisionero! No hubo un solo desertor. Todos obedecieron a pesar de ver a corta distancia el severo castigo infringido a la nave capitana, en un intento de proteger la salida de su escuadra. Concas Palau, catalán de buena cepa, comandante del Infanta María Teresa, anotaría en su diario con épica belleza: Acabamos de dar vuelta al bajo del Diamante, con un silencio sepulcral a bordo y en tierra, impresionado todo el mundo ante aquel grandioso espectáculo de los cuatro buques saliendo por el desfiladero, entre el Morro y la Socapa. Momento solemne, capaz de hacer latir al corazón más templado... Sonó la corneta de órdenes, dando la señal de comenzar el combate, y fue repetida por todas las baterías y seguida de un murmullo de aprobación de todos aquellos pobres marinos y soldados de Infantería de Marina, ansiosos de pelear, porque no sabían que aquellos ecos bélicos de las cornetas eran la señal que arrojaba la Patria a los pies del vencedor. ¡Mis cornetas dieron el último eco de aquellos que la historia cuenta que sonaron en la toma de Granada! ¡Era la señal de que terminaban cuatro siglos de grandeza y que España pasaba a ser nación de cuarto orden! España enfrentó sus 27.840 toneladas a las 73.535 de los americanos con los acorazados Iowa, Indiana, Massachussets, Oregón, Brooklyn, New- York, Minneápolis y Texas. ¡Todo duró cuatro largas horas! Sin alterar al enemigo ni inspirar ningún temor, 223 muertos y 151 heridos lavaron el honor de España tiñendo de rojo las aguas de Cuba. GUILLERMO CERVERA GOVANTES ES BISNIETO DEL ALMIRANTE CERVERA

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